Prólogo

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Caminaba por los pasillos del castillo sin rumbo alguno, intentado liberar su mente de las tantas cosas que debería hacer

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Caminaba por los pasillos del castillo sin rumbo alguno, intentado liberar su mente de las tantas cosas que debería hacer.

Mientras caminaba, vio como un chico de baja estatura (al parecer omega) venía corriendo en su dirección, y sin darle chance de apartarce, el chico se lanzó sobre el.

— ¡Hay un ratón en los estantes! — Gritaba asustado, aún sin ver a quien se había tirado.

Jungkook lo vio con sorpresa, sorprendido por la acción del joven.

Cuando el Omega volteo a verlo, sus ojos se abrieron en grande, sus mejillas se tornaron en un color rojo y su mirada era de vergüenza y temor.

— ¡Oh, príncipe Jeon! — Se bajo rápido del alfa, acomodo su vestido he hizo una gran reverencia . — Lamento mi descarada acción, no sabía que era usted y yo... Lo siento. — Se disculpo muy apenado.

A diferencia de que el muchacho penso que reaccionaria el príncipe, este sonrió con gracia, confundiendo al Omega.

— No te preocupes, estás asustado y actuaste por instinto. Dime, ¿Dónde fue que viste al ratón?

— Estaba en el almacén de comida, ¡P-pero puedo pedirle eso a otra persona! No hace falta que usted vaya, su majestad, tiene mejores cosas que hacer.

— No es ninguna molestia, ahora mismo no tengo muchas cosas importantes que hacer. — Gran mentira, pero no tenía ganas de volver a hacer sus tareas por ahora.

— P-pero alteza..

—¿El almacén queda por aquí, cierto? — Empezó a caminar, el Omega lo siguió.

— Sí...

— Listo, ya no ahí más ratones por aquí

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— Listo, ya no ahí más ratones por aquí. — Dijo saliendo del almacén.

— Muchísimas gracias, príncipe Jeon, disculpeme una vez más por mi comportamiento anterior.

— No te preocupes, es un honor ayudar a un Omega tan bonito como tú.

¿Había escuchado bien? ¿El príncipe Jeon había dicho eso?

— Yo...

— ¡Alteza! — Hablo Namjoon, su mayordomo principal. — La Reina Jeon solicita su presencia en su oficina.

— Dile que ya voy. — Volvió su mirada en el Omega. — Búscame si ahí otro ratón, será un gusto volver a ayudarte.

Le dijo y camino en dirección a Minho, dejando en un estado estupefacto al Omega.

Le dijo y camino en dirección a Minho, dejando en un estado estupefacto al Omega

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© mininchiw

El Principe Y El Sirviente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora