El Principe Y El Sirviente

Capitulo diez

Las cosas iban bien, demaciado bien.

La relación entre Jungkook y Taehyung iba creciendo al pasar los días, al alfa se le hacía imposible pasar tanto tiempo sin el Omega y este. - Aunque no quisiera admitirlo - sentía lo mismo.

Sin embargo, había un -gran- pequeño detalle.

Ellos aún no eran algo oficial

No era un secreto para nadie en el castillo que el principe Jeon se traía algo con el sirviente, sería estar ciego, pero la relación de ellos aún no era oficial, en el sentido de que aún no eran formalmente novios, y era algo que estaba aturdiendo bastante al Omega estos últimos días.

— Soy un exagerado.

— No lo eres. — Le aseguro el beta.

— Él me ha demostrado lo mucho que me ama, pero... — Suspiro. — A mi lobo y a mi nos deprime que aun no nos lo haya pedido. — Hizo un puchero.

— Ey, es muy rápido para que te pida matrimonio. — Bromeó.

— Hablo encerio Jimin.

— Ya, conociendo al príncipe, a lo mejor está planeando la mejor propuesta para que sea su novio. Aunque...

— ¿Aunque?

— ¿Por qué no se lo pides tú?

El Omega parpadeo inclédulo.

— ¿Quieres formalizar su relación, no?

— Si pero, siempre son los alfas.

— Si, si, si, siempre son los alfas que piden eso y los omegas siempre tienen que esperar a que se decidan. — Termina de hablar por el. — En ningún lugar dice que los omegas no puedan ser quien formalice la relación.

— Pero siempre ha sido así.

— A veces hay que ir en contra de las costumbres. — Se hacerco al Omega. — Pero si quieres esperar...

— ¿Cómo podría hacerlo? — Se apresuró a hablar. El beta sonrió.

— Pues mira, puedes hacerlo...

— ¿Cómo vas con Taehyung? — Preguntó la reina Jeon, Jungkook levanto la vista de los papeles y sonrió.

— De maravilla, creo que por fin me aceptó del todo.

— ¿Ya son novios? - Pregunto emocionada.

Jungkook se mordió el labio, no lo eran, aún.

— No sé lo he pedido.

— ¿Y que esperas?

Jungkook no respondió.

— No es, solo... — La alfa hizo un sonido para que continuará. — Quiero a Taehyunnie como mi esposo.

— Primero tienen que ser novios, pero es bonito que lo veas como tú esposo. — Le dijo

— El problema es que si se convierte en mi esposo tendrá que dejar se hacer muchas cosas.

Y ahí la alfa comprendió la preocupación de su hijo.

— Si se vuelve mi esposo, se convertiría en principe, y ser príncipe le traerá muchas responsabilidades que no estoy seguro que quería hacerse cargo. Quiero que siga siendo una persona normal.

— ¿Y nosotros que somos, alienígenas? — El alfa la miro serio. — Ya, si entendí lo que me querés decir, esas son cosas que deben hablar más adelante, puedes enseñarle cómo se manejan las cosas, me has dicho que es alguien inteligente.

Aún así Jungkook no estaba del todo convencido, pero no quería hablar más del tema y solo se limito a seguir leyendo los papeles que tenía en el escritorio.

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