El Principe Y El Sirviente

Capitulo dieciséis

Príncipe Taehyung.

Taehyung jamás pensó que la palabra «Principe» y su nombre estarían el la misma frase.

Pero si de algo estaba seguro, es que le querrías escucharlo que diferentes personas al mismo tiempo.

"Príncipe Taehyung, la costurera lo está esperando"

"Príncipe Taehyung, tiene una reunión en veinte minutos"

"Príncipe Taehyung, debe firmar estos papeles"

"Príncipe Taehyung"

"Príncipe Taehyung" 

"Príncipe Taehyung"

— Príncipe Taehyung.

— ¿Necesitas algo, Kim? — Le pregunto con un tono irritable a su —ahora— asistente.

— El príncipe Jungkook lo solicita en su oficina.

Taehyung asintio mientras se pasaba una mano por la cara, estaba muy estresado, y eso que solo llevaba una semana, ¿Que sería de el más adelante?

Como que eso de ser un mantenido no sonaba tan mal.

No Taehyung, deja de pensar eso. Le dijo su conciencia.

Con pesadez, salió de su oficina y se dirigió a la de Jungkook, que no estaba tan lejos de la suya.

Tocó la puerta, escuchando un pase detrás de la puerta, cuando entro vio a su alfa en su escritorio, leyendo unos papeles.

Cerró la puerta y se acercó al escritorio, Jungkook se dió cuenta que era el por su olor, levanto la mirada y le dió una sonrisa a Taehyung.

— ¿Cómo estás? — Se separa del escritorio para dejar que Taehyung se siente en sus piernas.

— Agotado, el trabajo no es tan pesado, era mejor escuchar los regaños de la Seok-Jin cada de Jimin y yo hablábamos que escuchar cada cinco minutos "Príncipe Taehyung". — Suspiró. — Necesito una siesta de mil horas.

El alfa se rió. — Puedes ir a tomarte una, yo puedo terminar tu trabajo.

— No, yo puedo terminarlo.

— Está bien, pero si te sientes muy cansado ve y duerme un rato.

— Lo tendré en cuenta.

Se quedaron en silencio unos momentos, solo se escuchaban sus respiraciones y el sonido de las hojas de los árboles moverse por el viento.

— Taehyung.

— ¿Mmh? — Se sentó quedando cara a cara con el alfa.

El alfa se acerco al Omega y le dejo un beso, cuando se iba a separar Taehyung lo acerco con sus brazos, tomado por sorpresa al alfa.

Aquel beso dulce se había convertido en uno más caliente, los chasquidos de sus labios eran melodía en esa habitación, y sus lenguas se peleaban por el control.

— Ta-. — El Omega volvió a unir sus labios, sin dejar hablar al alfa.

El olor dulzón a caramelos del Omega se volvió más fuerte, la bombilla en el cerebro de Jungkook se encendió.

¡Omega en celo! ¡Repito! ¡Omega en celo!

— Kim Taehyung. — Separo al Omega, quien gruño en desacuerdo. — No me gruñas.

— Entonces bésame.

— Taehyung, estás en celo. — Tocó la frente del chico, viendo que tenía fiebre.

El Omega lo miro con mirada de sorpresa fingida,

— ¿En serio?

— Taehyung, debo llevarte a la habitación.

Jungkook cargo a Taehyung y salieron de la oficina, el Omega tenía una mirada traviesa.

— Uhh, parece que hoy será una noche movida.

© mininchiw