𝐒𝐈𝐍𝐅𝐔𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 | ᴄʜᴀᴇɴɴɪᴇ ɢ!ᴘ

8

  

Rosé se despertó tranquila y de buen humor. Era sábado por la mañana, así que no se despertó bruscamente con el despertador, como solía ocurrir en su semana.

Se preparó tranquilamente antes de bajar a desayunar. Pero cuando bajo, vio a su padre y a Jennie a punto de salir de casa. Su padre llevaba traje y corbata, y Jennie estaba ahí, con su vestido largo de seda que hacia resaltar todavía más sus increíbles curvas que ella había recorrido. Trató de no mirar, ya que su padre estaba allí mismo.

— ¿Van a alguna parte? —, les preguntó Rosé. Le dolió un poco que Jennie no le contara nada de esto, fuera lo que fuera. No era que Jennie estuviera obligada a decírselo, pero era confuso.

— Si. —, respondió Seojoon. — Llevare a tu mamá a mi oficina. Mi empresa está organizando un evento de celebración para una nueva campaña, y muchos clientes e inversores están llegando.

— Oh.

— Volveré antes de la comida. —, añadió Jennie, mirando directamente a Rosé.

— ¿No te quedaras para la función? —, preguntó Seojoon a Jennie, poniéndole una mano alrededor de la cintura.

Rosé se estremeció, una sensación de asco le quemó la garganta. Sabía que Jennie no sentía nada por él, y también sabía que técnicamente estaban casados, pero aun así le dolía. Sus ojos estaban matando a su padre si es que eso se pudiera. La parte celosa de ella gritaba "Soy la única que debería poder tocarla así".

Arregló rápidamente la expresión de su rostro.

Jennie negó con la cabeza. — Tengo muchas cosas que hacer en casa, lo siento. Y mi llamada con el técnico es a la una.

— De acuerdo. — , Seojoon asintió.
— Me basta con que aparezcas a mi lado.

La rubia tuvo que apartar la mirada. No podía soportar ver las sonrisas de amor de su padre dirigidas a Jennie.

Rosé empezó a arrastrar los pies hacia la cocina en un intento de alejarse de sus padres, tratando de hacerles una señal para que se marcharan, y también porque le estaba entrando hambre. Sin embargo, antes de que se fueran, Jennie consiguió hacer sonreír a Rosé una vez más.

— ¡Adiós, Rosie!.

Hm, tal vez no iba a ser un mal día después de todo.

Rosé se aburría de estar sola en casa. Se había acostumbrado, pero después de conocer a Jennie se dio cuenta de lo mucho que le gustaba tener la compañía de otra persona. Se sentía sola y, además, tenía un montón de deberes pendientes que le daba pereza empezar. En momentos así, sabía exactamente a quién acudir.

[Rosé, 09:17] Oye, Lisa.

[Lisa, 09:20] ¿Qué? ¿Necesitas ayuda para estudiar?

[Rosé, 09:20] ¿Cómo lo supiste?

[Lisa, 09:21] No me mandas mensajes por ninguna otra razón...

[Rosé, 09:22] Eso no es verdad pero, me siento sola y me serviría tu compañía...

[Lisa, 09:22] ¿Tus papás están en tu casa?

[Rosé, 09:22] Salieron

[Rosé, 09:23] ¿Quieres venir?

[Lisa, 09:27] tal vez...

[Rosé, 09:27] ¿Por favor?

[Lisa, 09:28] Sólo estoy bromeando, ya estoy en camino