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Pasaban las semanas y cada día Rosé estaba más cansada. La intensidad de sus entrenamientos aumentaba a medida que se acercaba su gran día.

Su entrenador había programado más partidos de entrenamiento después de clase, y Rosé, como capitana del equipo, siempre tenía que llegar con una estrategia en su mente. Los miembros iban puliendo sus habilidades, pero Rosé se llevaba la peor parte de los efectos del entrenamiento.

Los días que le tocaba escuela eran largos y agotadores. Además del intenso entrenamiento de basketball, iba al gimnasio casi a diario para fortalecer sus músculos y mejorar su rendimiento en la cancha.

Como resultado era cada vez más difícil encontrar tiempo para hacer sus tareas escolares y seguir el ritmo de las clases. Rosé tuvo que sacrificar su tiempo personal, el tiempo que pasaba con sus amigos y el tiempo que pasaba con Jennie. Era difícil, pero se obligó a sí misma a seguir con su programa de entrenamiento porque quería desesperadamente ganar el campeonato de este año para presumirle en la cara a su escuela riva. La cual casualmente era la de Suzy.

Jennie comprendía las prioridades de Rosé. Por mucho que les doliera pasar menos tiempo juntas, Jennie apoyaba a Rosé en todo lo que podía. Ya fuera ayudándola con sus deberes, cocinándole comida nutritiva o simplemente escuchándola.

Y en menos de un abrir y cerrar de ojos, quedaba una semana para el gran día.

— Chaeyoung, ven un momento. — , le mando a llamar la entrenadora desde las gradas mientras las demás miembros salían de la cancha para refrescarse.

— ¿Qué pasa?...

— He hablado con el director deportivo y... Me ha dado luz verde para hacer algo que te va a encantar, es un campamento para entrenar que vamos a hacer cuatro días antes del torneo. ¿Qué te parece? Me podrías ayudar a organizar...

Fue un cambio repentino de planes, pero Rosé aceptó organizar el campamento porque proporcionaría el impulso final de habilidades que el equipo necesitaba. Entrenarían, comerían, dormirían y estrecharían lazos en los terrenos del campus, y con suerte se convertirían en el mejor club de basketball en la historia del campeonato entre escuelas.

El único inconveniente que se le ocurria era que significaban cuatro días enteros sin ver a Jennie.

La mañana en la que debía irse había llegado, estaba de pie en la sala de estar junto a su mochila mientras se arreglaba su ropa.  Jennie se quedó detrás de la encimera de la cocina, sonriendo a Rosé y poniendo deliberadamente distancia entre ambas. De lo contrario, no habría podido controlarse y habría querido mantener a Rosé allí también. Ya se habían besado, probablemente durante demasiado tiempo, y Jennie ya le había dado muchas vueltas a Rosé sobre si había metido en la maleta todas las cosas que necesitaba para su campamento. Pero ahora sí que era hora de que se fuera.

Así que Rosé se marchó con sentimientos encontrados, y Jennie puso buena cara por ella aunque por dentro se sentía triste. Bueno, al menos Rosé volvería.

A los miembros no se les permitía llevar sus teléfonos consigo durante el campamento, así que enviar mensajes de texto o llamar a Rosé quedaba fuera de la ecuación. Jennie pasó los cuatro días siguientes en absoluta soledad y aburrimiento, aunque se las arregló para trabajar mucho en su sitio web.

Hubo un día durante el cual tuvo que acompañar a Seojoon a una cena del trabajo, pero las interacciones con él fueron por lo demás limitadas. Parecía estar intimando con ella menos de lo habitual. Normalmente intentaba besarla o abrazarla, pero ahora lo hacía menos. No es que a Jennie le importara. Seojoon seguía trabajando hasta tarde y volvía a casa borracho a menudo, y Jennie seguía haciendo lo suyo en la casa.

𝐒𝐈𝐍𝐅𝐔𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 | ᴄʜᴀᴇɴɴɪᴇ ɢ!ᴘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora