A minutos de que fuera la hora de dormir, Hoseok volvió al hospital, dirá que casi corriendo, empero su tobillo dolía como para hacerlo, limitándose a andar rápido, apresurando se todavía más al ver a Min, probablemente dispuesto a cerrar.
- Espera hyung-. Dando un mal paso, el castaño se dobló por la molestia en su pierna.
- Hoseok, creí que te había dicho antes de las 9-. Por primera vez las palabras del pelirrojo concordaban con su cara.
- Lo siento me demore un poco. Necesito que me aguantes unos minutos, no tardo, voy a entregar esto-. Señalando una bolsa negra, el alto logró que en contrario alzará una ceja.
- ¿Y qué se supone que es eso?
- Es un obsequio, prometo que no es malo. ¡Por favor!- juntando sus palmas el de Gwangju esperó.
- De acuerdo, espero no nos metamos en problemas. No tardes.
- Enseguida vuelvo-. A velocidad luz, el alto llegó al segundo piso, en donde las luces ya estaban apagadas, bajando la intensidad en sus pasos, para no molestar a nadie; deteniéndose en la habitación de Kim, sacando las llaves que ingeniosamente no había dejado al salir, girando la cerradura lo más silencioso que le fue posible, Adentrándose a la oscuridad de las cuatro paredes, pudiendo de cualquier forma ubicar a su objetivo, con sus rodillas dobladas, pese a estar recargado en el colchón, girando su faz, al escuchar el sonido de los zapatos contra el piso, haciéndose bolita en un rincón de la cama.
- Hey, Kim Tae tranquilo, no te haré daño soy Hoseok-. Susurrando, el mayor anhelaba no ser escuchado por alguien del exterior.
- ¿Hyung?- Descubriendo sus círculos cafés, el apiñonado al ver al médico, bajó la guardia, acercándose a la orilla de sus aposentos.
- Perdón por despertarte, simplemente no quería esperar para darte algo que creo que hará bien-. Extendiendo le la bolsa, el de hoyuelos se mantuvo quieto unos segundos, en los que suponía el más chico analizaba el plástico negro, probablemente sin entender, todo gracias a la imaginación del de hebras cafés, pues la mala iluminación dificultaba el ver correctamente -. Es para ti, adelante -. Con las manos temblándole, el de Daegu sostuvo la bolsa, llevándola hacia su persona, metiendo su mano lentamente, sintiendo ipso facto algo suave y peludo.
- ¿Qué, qué es esto?
- Sácalo para que lo sepas-. Con un poco de desesperación, el de Gwangju soltó, pues no quería que el guardia viniera por él.
- No puedo verlo bien hyung-. Aún cuando sus dedos tocaban la tela, Kim no sabía de qué se trataba hasta que el bajito encendió su celular, asegurándose que la luz no fuera a golpear directamente al menor, enfocando al peluche de flamingo, de casi 50 CM, notando que la boca del dueño se abría e forma de "O".
- ¿Enserio es para mí?- Taetae no creía tanta hermosura, emocionando se más al ver a su acompañante sonreír y asentir- ¡Me encan...!- Las palabras se quedaron atoradas en la garganta del apiñonado, ya que el mayor estuvo a nada de ponerle la mano en sus labios, deteniéndose justo a tiempo, haciéndole señas para que se quedará en silencio.
- No grites o despertarás a todos-. Asustado el de rostro fino agregó.
- Perdón -. Tapándose con si nuevo peluche, Taehyung bajó su rostro.
- No te pongas triste, entiende que no debemos estar haciendo esto, tú deberías estar durmiendo. Mañana hablamos, duérmete Kim-. Afirmando, el nombrado volvió debajo de las sábanas.
- Dime Taehyung, Kim suena feo -. Soltando una leve risita, el de rostro alargado se sintió satisfecho.
- Descansa Taehyung.
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PSIQUIATRA (Vhope/Hopev)
FanfictionHoseok, un psicólogo recién graduado obtiene lo que muchos desean, un trabajo en un hospital cercano a dónde vive, lo que por ende conlleva a su primer paciente, un muchacho joven.