Capítulo 3: Una tarde de invierno con Jeon Wonwoo

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El brillante cielo tornasolado le recordó a Mingyu que debía apurarse para terminar su día. Llevó el café latte a sus labios con una sonrisa y agilizó sus dedos en el teclado de la computadora terminando e imprimiendo el documento que debía analizar y entregar en pocos días. La carga de trabajo parecía no querer disminuir aunque los días festivos se acercaban. Teniendo en cuenta que era el líder de su división denía entregar sus propuestas para los nuevos proyectos para dos semanas antes de navidad. Pero su mente parecía no querer adaptarse a que habían muchas cosas que hacer.

Sin embargo, el rostro de cierto joven continuaba perturbando su mente. Cada día de esa última semana coincidían a la hora de salida y en el bus de vuelta a casa. Siempre Wonwoo salía con dos cafés como si le esperara pero, él no quería ilusionarse. Probablemente el mayor solo le viera como amigo. A las 19 en punto y cuando la luna ya había salido de su escondite, Mingyu salió tan abrigado como mismo había llegado. Su mañana había comenzado con -2 ºC y al salir, le esperaban los 0 ºC mas satisfactorios del día. Si bien su estación favorita era el invierno, prefería pasarlo acurrucado en su casa con su mascota escondido en sus pies mientras se deleitaba de algún show en Netflix.

Wonwoo le esperaba afuera con dos cafés una vez más y su corazón se agitó. Identificar al menor cada día era más fácil pues, sus gorros y bufandas combinadas eran de fácil distinción. Para él, era un gusto observarle.

- Pensé que debía entrar a rescatarte – exclamó extendiendo la bebida caliente – Aquí.

- Podría acostumbrarme a esto – dió un sorbo y gimió al sentir el sabor tan puro del chocolate en su garganta – Wonwoo, esto esta delicioso.

- Lo sé – bufó caminando hacia su destino – Soy un muy buen barista.

- ¿Lo preparaste tú? - preguntó sintiendo sus mejillas sonrojarse y pegando mas el vaso a su cuerpo – Eres más que solo un buen barista.

Wonwoo tosió un poco tomando demasiado bien el cumplido. Se le había hecho una pequeña costumbre el prepararle una bebida al moreno. En el poco tiempo que habían compartido, notó además de su falta de amigos que el cansancio a veces le hacía quedarse dormido de pie. Llegaron a la estación compartiendo el silencio y el chocolate.

- Oye, Mingyu – preguntó Wonwoo con un suave carraspeo - ¿Qué sueles hacer los fines de semana?

- Depende de la carga de trabajo que me dejen en la oficina o del fin de semana que sea – meditó un poco y le observó con curiosidad - ¿Por qué?

- Es que, verás – tartamudeó del nerviosismo e intentó respirar para calmarse – Mi amigo Seungkwan hará una presentación el sábado de un nuevo pastel y luego tengo una invitación para un concierto... Me preguntaba si querrías acompañarme...


Mingyu le observó sonrojado y no supo detectar si era por el frío o la vergüenza. Se veía tan adorable tratando de calmarse mientras esperaba su respuesta así que él solo asintió casi incapaz de hablar. El viaje a casa se llenó de preguntas sin respuestas y, para cuando la parada del moreno llegó, recordó tristemente que no le había pedido su número. Por suerte no nevaba así que hizo su camino a casa con la emoción persistente de que el fin de semana sería el mejor de ese año.


El sábado llegó como una ráfaga de viento y Mingyu estaba tan emocionado como si fuera Navidad. Los días anteriores él y Wonwoo habían compartido otra ventana en sus vidas privadas y, cada día se convencía más de que conocerle era lo mejor que había hecho. La casa de Mingyu era una vivienda bastante pequeña pero hecha a su vez para una pareja y su hijo o hija. Su jardín trasero era su lugar favorito en verano pero, ahora mismo, estaba cubierto de la nieve caída la noche anterior. El cielo también había amanecido tan claro por lo que leyó los pronósticos esperando que la nieve no le arruinase los planes. Escogió una ropa bien abrigada pero elegante y casual a la vez. No quería verse demasiado arreglado pero debido a su trabajo era imposible encontrar algo menos formal.

Tomó foto de su OOTD para sus SNS y salió con casi una hora de antelación. Habían quedado de encontrarse frente al anfiteatro dónde sería el concierto. Seúl era una hermosura cuando nevaba y ver a las parejas tan juntas disfrutando de su tarde, le dió una punzada grande de envidia. Tomó un pequeño snack en una cafetería cercana y concentró su energía en adelantar uno de los libros que había robado su tiempo aquel mes. Aunque él no era de los que leía fantasía, la historiaa enrevesada lo estaba dejando casi sin palabras. Una belleza entre páginas si tenía que caracterizarlo.

- Mingyu – la voz de Wonwoo a sus espaldas le hizo girar e invitarle a su mesa – Pensé que te habías olvidado.

- Vine a comer algo acá mientras te esperaba – llamó a la camarera discretamente - ¿Quisieras compartir conmigo un pequeño almuerzo?

- Claro – asintió el pelinegro con una sonrisa y eligió un plato de pasta con varios vegetales y algo de carne – Tenía algo de hambre, la verdad.

- Imagino que debido a la hora pico y a la premura de salir olvidaste almorzar – sonrió Mingyu – El frío da apetito también.

- Lo he notado – comentó Wonwoo a su vez - ¿Que tal tu viernes? Ayer no te ví salir de la oficina.

- Es que no fui en lo absoluto – explicó – Mi cachorro amaneció un poco enfermo así que tuve que llevarlo a su doctor y, aproveché para tomarme el día de la oficina y de todo el trabajo.

- ¿Incluso antes de Navidad?

- Precisamente por Navidad es que debo apresurarme. Estas fechas impiden que los clientes se tomen en serio lo que les presentamos y es muy dificil que nos presten atención.

La charla fue interrumpida por la mesera y sus comidas. Ambos platos se veían tan deliciosos y olían tan bien que, antes de siquiera probar ellos bocado, le ofrecieron un mordisco al otro.

- ¿Trabajas en atención al cliente? - preguntó Wonwoo a lo que el moreno asintió – Oh, vaya.

- No es fácil y más cuando te toca sondear criterios de productos de otras personas pero, nada que hacerle – su trabajo no era el mas agradable aunque a veces podía disfrutar de algunos alimentos gratis y opiniones favorecedoras – El ser humano olvida a veces las palabras "gracias" y "por favor" pero es necesario siempre.

- La gente es complicada, sí.

Caminaron hasta el anfiteatro y entraron cuando fue el momento preciso. Disfrutar de una buena música siempre era revitalizante para el alma y cuando tenías una buena compañía era aún más energizante. Dos horas más tarde, Wonwoo invitó a Mingyu a ir por una pizza y pasaron el resto de la noche en uno de las pequeñas restaurantes más acogedor mientras miraban a los copos de nieve caer suavemente.

- Este año ha nevado mucho – dijo Wonwoo mientras caminaban hasta la estación – Es extremadamente relajante que tenemos algo de blanco.

- La mejor parte es que mañana será todo un día blanco.

Se despidieron como era habitual en la parada de Mingyu con una brillante sonrisa pero, esta vez Mingyu caminó unos pasos atrás y besó su mejilla suavemente antes de apretar el botón y bajarse del bus. Una manera muy genuina de agradecer por la tarde que dejó a ambos sonrojados pero con el alma llena.

Querencia II: Serendipia (Minwon) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora