El gran rey Max Verstappen, uno de los más temidos, su nombre se escucha hablar y te pone a temblar el rey jamás se rendirá
Un joven lleno de esperanza y dulzura será corrompido por la maldad
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Sergio estaba atado con las manos arriba, tenía muy adoloridos sus brazos, no sabía cuánto tiempo llevaba en ese oscuro cuarto, hasta que una gran luz entro en la habitación y con ella entro el temible león...
.- Valla que has aguantado...te creía más débil siendo honestos...-
checo le dirigió una mirada llena de odio, claro...¿Quien no lo haría?
El más grande se poso frente al pequeño y acaricio su mentón, el más pequeño quito su cara pero el más grande lo tomo con fuerza
.- Quiero que una cosa te quede muy clara...ahora eres de mi propiedad...acataras las órdenes ¿Entendido...?
.- En tus putos sueños...maldito infeliz...
eso provocó que el mayor soltará una cachetada en la delicada cara del pecoso
.- aprenderás a las malas entonces...-
el mayor dejo algunos golpes más en el menor y después llamo a unas mujeres que parecían ser sus sirvientas, les indico algo y finalmente salió de aquella habitación
Las mujeres comenzaron a desatar las manos del pecoso, una vez desatado el sobó sus muñecas que tenían marcas debido a las cadenas
.-venga con nosotras...-
las mujeres lo guiaron por el castillo hasta llegar a un extenso cuarto donde habían varias camas, le indicaron que se sentará en una de las camas lo cual el obedeció
Una de las mujeres comenzó a preparar un algodón con alcohol para así sanar las heridas que el pecoso llevaba
La mujer era extremadamente cuidadosa con lo que hacía, al parecer sentía un poco de lastima con el pecoso, una lucha que injustamente perdió...o eso creía el
Finalmente la mujer termino de curar sus heridas, otra mujer lo llevo a otra habitación igual de extensa que la otra solo que en esta había una gran tina llena de agua, alrededor habían plantas que refrescaban el lugar además de que también había mujeres preparando diversas cosas en la habitación
.-puede quitarse su ropa y dejarla de aquel lado...-
dijo la femina algo penosa, tenía todo el derecho, el joven Sergio era muy apuesto
Sergio acato la indicación y sin rechistar se deshizo de sus prendas con facilidad, la mujer le indico que entrara a la tina
El agua se sentía tibia, una mujer dejaba caer cubetadas lentas en su cabeza, otra mujer se encargaba de mojar bien su cuerpo, esto era como un sueño...y eso lo confundía
comenzaron enjabonar su cuerpo tan delicadamente, lo hacían con el respectivo cuidado, otra mujer enjabono su cabello y también comenzaron a elojiarlo cosa que lo hizo sonrojar
Enjuagaron su cuerpo para remover el jabon, el agua seguía sintiéndose perfecta para el
