Capitulo III

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Capítulo III: Solo Curiosidad

P.O.V Yelena Belova

El único ruido llenando el apartamento eran las noticias que se reproducían en el televisor. La joven rusa trabó la puerta, dejando su chaqueta sobre la mesa de la cocina antes de abrir la nevera y agarrar una botella de agua.

- ¿Dónde estabas? - cuestionó Natasha.

La rubia miró hacia su hermana sin despegar sus labios de la botella y se encogió de hombros, a lo cual Nat elevó ambas cejas.

- Dando una vuelta.- mintió dándole la espalda a Natasha, colocando la botella de regreso en la nevera y evitando los ojos de la mayor. - ¿Cómo está Barton?

- Adolorido, pero ha sobrevivido a peores.

- Parecía furioso.

- Lo estaba; tenía planes para estas Navidades ¿sabes? - cuestionó la pelirroja sentándose en la estola cerca, apoyando sus codos de la encimera y apoyando su barbilla en sus manos.

- Es el costo de la fama.

Natasha no respondió a su comentario bromista, se encontraba pensativa, y la menor sabía que ni siquiera le había escuchado.

- Quisiera ayudarlo, pero debemos resolver el asunto de Eleanor Bishop primero. - admitió Natasha.

- Hey...- declaró Yelena, colocando una mano sobre las de su hermana para llamar su atención. - Barton lo sabe; esta situation será un paseo para el, aunque debería dísculparse con Kate Bishop.

La viuda mayor le miró sin pestañear, como si ella fuese un libro abierto delante de la pelirroja y esta estuviese leyéndola.

- Fuiste a comprobar que estuviese fuera de peligro ¿cierto?

- ¿Yo? - cuestionó haciéndose la desentendida. - ¿Por qué me importaría su bienestar? Ni siquiera soy una vengadora.

Una sonrisa ligera elevó la comisura de los labios de la viuda mayor.

- Te llama la atención, no lo niegues; vi el historial de tu computador.

- ¡Suka! Eso es privado. - se quejó la menor mientras su hermana sonreía victoriosa. - Se nos ordenó estudiar a Eleanor y a su familia, solo cumplo...

- Solo admite que te pareció interesante.

- No es interesante. - insistió Yelena mientras su hermana mayor se ponía de pie, caminando de regreso a la sala.

- Claro, por eso fuiste a verla.

- Eres irritante.

- No esperes consejos amorosos de mi parte.- se burló Natasha recostándose en el sofá.

- Suka...- murmuró la rubia, el indicio de una sonrisa elevando la comisura de sus labios. Abrió la nevera sin percatarse y al sujetar un jugo se percató de que estaba sonriendo y frunció el ceño. - Suka...

La última palabra había sido un murmullo que solo sus oídos podrían escuchar...simplemente una reacción de sorpresa al percatarse de que su hermana mayor tenía razón. No solo le parecía interesante la arquera...la encontraba...extrañamente atractiva...lo cual no tenía sentido porque apenas habían coincidido en dos ocasiones y en una de estas no habían cruzado palabras. Empujó aquellos pensamientos a un lado, recordándose que los sentimientos eran cosa de niños y ella tenía que enfocarse en otras cosas.

Entonces, Te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora