Capítulo 5: Desde aquel día.

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Comenzaron a pasar los años y seguíamos siendo la pareja perfecta, nuestras únicas discusiones se basaban solamente en quien quería más al otro. Y durante estos años decidimos irnos a vivir lejos de aquel sitio, seguíamos viviendo en Almería, pero lejos de ese pueblo, pues, aunque lo hubiéramos superado nos seguía recordando a todo lo que nos pasó.

Ya una vez hecha de haber embarcado allí, nos prometimos no volver hablar de nada de lo que nos pasó. Ese día fuimos a tomarnos un café y por el camino nos encontramos un niño, y cuando lo miré atentamente lo vi llorando, entonces me acerqué un momento a él y le pregunté:

-Hola, ¿Qué te ocurre?

Aquel niño me miró y me dijo:

-No tengo amigos y me pone triste ver a todos jugando mientras estoy solo.

Cuando dijo eso me puede ver reflejado en él cuando yo era pequeño, y con un pequeño nudo en la garganta le respondí.

-¿Sabes? Yo soy mago.

-Cómo vas a ser mago tú, si la magia ni existe. – Dijo mientras se reía.

-¿No me crees?

-Pues no.

Entonces saqué de mi bolsillo una moneda, la tiré lejos y le dije:

-Mira en tu bolsillo.

-¡No puede ser, la tengo yo! ¿Cómo lo has hecho?

-Pues porque la magia si existe.

Entonces me levanté y Stella me preguntó:

-¿Cómo lo has hecho?

-Digamos que los niños son muy despistados.

Entonces fuimos a tomarnos nuestro café rutinario. Mientras nos lo tomábamos Stella me preguntó:

-¿Dónde aprendiste hacer magia?

-Robin me enseñó

-¿Y para qué querría enseñarte hacer magia?

-La magia hace feliz a las personas, y en ese corto periodo de tiempo se olvidan de que están mal.

-Entonces son menos propensos a dejarse manipular por estos seres malvados.

-Exacto. La magia si existe, la magia es aquello quete hace feliz, porque al menos en ese periodo de tiempo te olvidas del mal. 

La magia de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora