Capítulo 3: Creando a un héroe.

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Desde ese día Robin me mostró lo bonito que era amar, la libertad, comprender, perdonar, ayudar y sobre todo a cómo no dejarse manipular por estos seres. Me había dado fuerzas y ya comencé a soportar y sonreírle a las personas que me habían hecho daño, aprendí a mirar con mis ojos a personas que hace tiempo los hicieron llorar. A parte, también jugábamos un poco con su magia, pues fue mi gran mejor amigo, daba la sensación de haber muerto y haber renacido en un paraíso.

Y fueron pasando algunos años hasta que cumplí veinte años, y ahí se acabaron estos años de aprender a ser un héroe y de la fantasía con la que jugábamos. Y un diecinueve de mayo por la noche tuvimos una charla:

-Me encanta la noche, es el momento en el que tengo la sensación de que el silencio me abraza y las historias se susurran solas en mis oídos. –Le dije mientras miraba al cielo.

Entonces Robin con una cara de querer decir algo, pero no poder por el nudo que tiene en su garganta al final acaba diciéndolo:

-Toni, te has convertido en la flor de la semilla que planté cuando te conocí, has sido valiente en todas las ocasiones que estos seres te han intentado atacar utilizando de marionetas a las personas de tu alrededor, cómo por ejemplo tu profesora, que aunque te hiciera muchas putadas tú un día cogiste y le dijiste, "aunque usted me vea con ojos de ira, rabia, y a usted le veo como alguien a quién hay que perdonar" y llorando te pidió perdón y te comenzó a tratar de otra manera.

Entonces le corté y le dije:

-Robin, ¿Qué quieres decidme?

-Ha llegado el momento de decirte adiós, ya te he enseñado a que todo lo que deberías de saber, ya es el momento de que sigas tu camino con todo lo que has aprendido, fue lo que acordamos.

-Es una despedida ¿Verdad?

-Aunque duela es verdad, lo siento mucho Toni, pero así es mi destino, es necesario que muera para que se cumpla todo lo que te conté.

-No joder, No, ¡Eres el único que me ha ayudado, me ha comprendido, has convertido mi vida en un paraíso!

-Perdón Toni. –Me dijo mientras lloraba.

Entonces comencé a llorar y él me abrazo. Al terminar de abrazarme me miró y mientras poco a poco se iba desvaneciendo como si fuera polvo me miró y me dijo:

-Gracias por haberme hecho comprender, que aún hay una solución.

Cuando Robin terminó de desaparecer me fui andando a mi cosa llorando. Cuando llegué a mi casa subí a mi habitación para seguir llorando hasta quedarme dormido. Después de un gran rato, mientras lloraba en mi cama pude observar una carta en la pared de había en frente de mi cama. Entonces me levanté y cogí esa carta, y decía:

"Si estás leyendo esta carta probablemente ya habré muerto, quizás mi ausencia deje en ti un vacío que sea difícil de rellenar.

Te escribo esto para decirte que seas feliz, que ames, que sueñes con tener una gran vida, y sobre todo sigue siendo el héroe en el que te convertí.

Por cierto, uno de los seres también estuvo ayudando a una chica haciendo lo mismo que tú y yo hicimos, vive cerca de tu casa, y ella también ha perdido a su ser, si tú quieres (¡te obligo a ir!) ve a hablar con ella, seguro que os llevaréis bien.

Atentamente, El Robin del pasado"

La magia de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora