Un caso por resolver (Yantao Omegaverse)

II: Confusión vergonzosa.

— Señorita Tao-? — Preguntó Yanfei algo asustada, ¿Qué pasa? Estabamos a nada de tener sexo.

— Dime — la vi algo confusa, porqué de la nada el escenario había cambiado?

— Nada, la vi parada en la puerta un buen rato y pensé que le había pasado algo.. — Que vergüenza, seguramente fue todo producto de mi imaginación.

— Oh- eh ... Si, perdón, en que estabamos? — Cerré por completo mi puerta, me quité el abrigo, me jalé la corbata y desabroché mi chaleco.

— Dijo que íbamos a sacar lo restante del caso y luego podíamos ver algo en su tele! — Su personalidad ahora era más tranquila, parece que sus feromonas no eran tan de celo, ni modo.

— Ah- Si, claro, pon los documentos en la mesa y saquemos lo que podamos. — y lo hizo en cuanto lo pedí, fui a la cocina y le ofrecí agua o refresco, no quería verme tan tacaña.
— Quieres algo de tomar o de comer? —

— No, mucha suerte gracias! — me sonrió, me serví un vaso de agua y fui a la mesa para revisar los documentos y la poca información que teníamos.

— Bien, según lo que nos dijeron Xiao y Aether vieron a una mujer con cuernos y una con orejitas, ¿Qué clase de pista es eso? — Se rascó la cabeza con algo de estrés, bufó al no poder encontrar algo coherente en eso.

— Estando aquí en Liyue nos complica mucho las cosas ya que por la herencia adeptus hay muchas personas con cuernos .. — vi con bastante concentración al documento, ¿Cómo iba a encontrar a las sospechosas con esa facilidad?

— También dependería de la forma de los cuernos! — En parte tenía un punto, la mayoría de los adeptus tenían características diferentes, así como cuernos diferentes.

— Cierto, pero ¿Cómo vamos a saber la forma de sus cuernos si lo único que tenemos de pistas es eso? — señalé el documento específicamente en donde decía eso.

— ... No habría nadie más a quien investigar.. — Dejó caer su cabeza a la mesa, no sonó nada agradable el golpe pero parecía no haberle dolido.
— Concentrémonos en la de orejitas, no hay muchas personas así en Liyue, QUIZÁS ELLA PUEDA LLEVARNOS A LA DE CUERNOS! — Levantó su cabeza de la nada y me miró con emoción, tenía mucha razón.

— Cierto, en Liyue solo tenemos a ... 5? Con orejitas, afortunadamente son muy pocas. —

— Estaría Xiangling, Keching ... Eh- los demás salieron de Liyue .. solo nos quedarían ellas 2 de sospechosas. — se reducía mucho más el número, era genial que solo hubieran pocas personas con lo que parecían ser orejitas.

— Mañana las interrogaremos, por lo pronto, ¿Quieres ver alguna película o algo, Yanfei? — pregunté de la forma más amable y considerada que pude, me dolía la cabeza y quería distraerme un poco.

— Si no te incomoda, veamos una película entonces! —

Le sonreí, en mucho tiempo no había sonreído de esa forma, probablemente desde la ultima vez que tuve una novia no había sonreído así.

— Ven, vamos al sillón, dejaré que tú escojas la película. — me levante de donde estaba y fui a mi sillón, le indiqué a Yanfei que viniera y se pusiera cómoda.

Casi al instante fue a sentarse junto a mi, me alejé un poco de ella para no invadir su espacio personal.
Escogió la película rápido, puso una llamada "Un monstruo en Paris", era más como una película para niños pero no me quejo.

Se me veía bastante decaída, aunque estaba viendo la película recordaba todos los malos momentos que tuve al ser novia de algunas chicas, siempre afeontando problemas que no eran míos, soportando cosas que nunca debí y haciendo muchas otras cosas más que nunca debí haber experimentado.

— Tao ¿Estás bien? — me preguntó Yanfei, había bajado la cabeza sin darme cuenta, ahora solo veía fijamente mis manos, nada más me importaba.

— Eh- Si, lo estoy, no te preocupes! — volví mi mirada a la televisión, tenía cara de que parecía tener sueño pero simplemente estaba pensativa.

— Puedo irme si así lo quieres, no me gustaría incomodarte. —

— Como desees. — jamás me dignaba a rogar que se quedaran por más que así lo quisiera, con todo el dolor de mi corazón me reservaba mis comentarios y me concentraba en cualquier otra cosa.

Hubo un silencio bastante incómodo después de que dije eso, en cuanto acabó la película Yanfei se levantó de su lugar, se despidió de mi y me dejó sola en mi sala.

— Otra oportunidad que voy perdiendo. — me despreciaba por aveces ser bastante inexpresiva y seca, pero no tenía otra forma de expresarme después de eso.

— Tu actitud es muy cansada, Hu Tao, aveces no se que hacer contigo —

— ... Lo siento por ser tan molesta. —

Varios recuerdos venían nuevamente a mi, creando una simple duda "¿Valió la pena cambiar por ella siendo que al final me dejó?"; me volví más seca y seria con todos, más rigida con mis amistades y con ella, poco a poco fui perdiendo ese brillo que alguna vez notaron en mi..

— Tú eres quien tiene que mejorar. —

— Si, lo siento, voy a mejorar.. —

— No pidas perdón — un poco de esperanza se mostró en mis ojos esa vez, lo recuerdo a la perfección. — Eres incluso más molesta cuando lo pides. —

— ... —

— Si quieres que esto salga adelante, tienes que mejorar esa actitud tan infantil que tienes. —

Unas ganas inmensas de llorar se presentaron en mi garganta, traté con todas mis fuerzas hacer que se fueran tragándomelas a la fuerza, pero llevaba reteniendo este sentimiento desde mucho tiempo.

— Si yo hubiera mejorado en ese momento ¿Lo nuestro hubiera salido a flote? — ¿En realidad fue mi culpa? Yo quería su bien y por eso la terminé después de que nos peleamos, no estaba ni ardida ni estaba haciéndome la victima, ¿De verdad fui yo el problema?

— TAO, LO SIENTO, OLVIDÉ MIS .. — la vi con algunas lágrimas cayendo por mis mejillas, traté de limpiarlas lo más rápido posible pero aunque lo hice creo que se dió cuenta

— ¿Tus? —

— Oh, mis .. mis carpetas .. — me vió con confusión, hace mucho no permitía que alguien tan siquiera me viera derramando simples lágrimas.

— Pasa por ellas, con confianza. — me levanté del sillón en donde estaba y le abrí más la puerta para que pasara, aunque suene muy ridiculo, muy dentro de mi quería que Yanfei me preguntara como estaba.

— Gracias — Me pasó de largo, agarró sus carpetas, me agarró el hombro en forma de despedida y ahora si se fue.

Cerré lentamente la puerta, las pocas feromonas que había dejado en mi ropa me calmaban de alguna forma.

— Esto es lo único que tengo de ella para tranquilizarme, al fin y al cabo somos simples compañeras de trabajo. — lo solté al aire, cerré la puerta con seguro y me preparé una taza de café antes de bañarme y dormir.

Definitivamente no iba a ser una noche donde dormiría como bebé.