—¿Cómo que Mauro te dio un perro?—iTe juro boludo, mirá! —le dijo a Soule mostrándole la cajita en dónde el pequeño canino se asomaba inquieto.
Esa mañana Agustin fue llamado a la oficina de su jefe, creía que quizás le iba a asignar un trabajo importante porque sabe que él es el favorito de Mauro, su patrón.
Obviamente que eso no es verdad, aunque jode mucho al señor con eso y él solo se niega rotundamente.
—Hola Mauritooo, ¿me extrañaste?
—Sí Agus, te extrañaba tanto que por eso te llamé. —el cómo revoleó los ojos hizo al morocho reir divertido
—Bueno bueno, ¿qué pasa que me mandaste a llamar? — preguntó sentándose en la silla frente a su superior.
—Pasa que... ¿te acordás de Pury? la perra que teníamos y se embarazó —comentó tranquilo y siguió cuando el menor asintio—Bueno, tomá.
Sin esperar más puso sobre el escritorio una caja de color blanco, Giay levantó su ceja incrédulo y al instante se fijó dentro de la caja observando a un husky chiquito durmiendo en ella.
—Pará Mau, i¿querés que yo me lo quedé?!
—No es que te esté obligando
Agustin, pero ya tenemos muchos perros rastreadores
sinceramente a este no lo vamos a poder mantener.
Así que decidí dárselo a alguien que lo quisiera y pueda cuidarlo, vos sos mi opción principal.El azabache lo miró con algo de duda al inicio, pero luego recordó algo muy pero muy importante.
Recordó la charla que tuvo con su hijastra la otra semana, y como la pelirroja parecía adorar a los perros y decía que le quería pedir uno a su papá.
—Le voy a pedil uno a mi papá, pelo vos no le digas nada Agus, shh. —dijo la pequeña llevando su dedo índice a sus labios y le decía "shh".
Esbozó una sonrisita al recordar lo adorable que le resultó eso.
Y se felicitó internamente al ver que se le prendió el foco.
—De una Mau, yo lo quiero.
El peligris lo miró sorprendido por la rapidez con la que aceptó, pero sonrió alegre y sin más le entregó la caja con el canino.
Y así llegamos hasta ahora.
—¿Qué pensás hacer con él Enzo?
—preguntó carboni apareciendo entre los dos chicos.—Yo sé perfectamente lo que voy a hacer, ustedes no se hagan drama.
—Esperemos que sea algo inteligente, tené cuidado con el animalito Agustín. —volvió a decir carboni mientras sobaba la cabecita del perrito.
Más a la tarde cuando terminó su turno no tardó en dirigirse a la casa de su querido novio para darle el regalo al menor.
—¡Ah, hola amor! —saludó el colorado cuando le abrió la puerta al morocho, Agustín se quedó congelado en su lugar al ver a Valentin en traje.
Lo más probable es que había terminado de trabajar y hace unos minutos había regresado a su casa.
El mayor se quedó recalculando unos segundos, no podía creer lo
irrealmente hermoso que se veía el colorado en traje.Sacudió su cabeza levemente y le dio un rápido beso al contrario para luego ingresar al hogar.
—¿Recién salís de trabajar? —dijo el más bajo sacando su saco y quedando solamente en camisa.
El azabache tragó seco y con un leve sonrojo respondió.
—Eh sí, ¿y vos?
—Sí, recién acabo de salir de una junta con mi cliente, re denso. — respondió con simpleza el menor, hasta que se acordó y llamó:
—iTina, Agus está acá!
Y al minuto de haber dicho eso
Agustin ya tenía a una pequeña colorada aferrándose a su pierna
en un abrazo.—¡Agus, hola! —saludó con una brillante sonrisa que sin duda alguna había sacado de su progenitor.
El mayor la saludó dándole un abrazo y un ruido proveniente de una caja con agujeros en la tapa llamó la atención de la niña.
—Umh, Agus. ¿Qué es eso? — preguntó con una mueca y señalando con su dedito a la caja que el morocho tenía a un lado.
—Ah, es un regalo para vos. —le respondió el mayor arrodillándose y tomando la caja entre sus
manos— Fijate lo que hay adentro.
Tina con algo de inseguridad empezó a destapar la caja y sus ojitos avellana brillaron al ver al pequeño perrito que se apoyaba al borde de la caja apenas esta fue destapada.—¡Es un pellito! —chilló emocionado alzando al husky de ojos azules entre sus brazos para luego abrazarlo mientras reía alegre.
El grito de su bebé llamó la atención de Valentin quien salió rápidamente de la cocina y se dirigió hacia ellos, se sorprendió al ver lo que su pequeño tenía entre brazos y luego negó con una
risa.—No me digás que le vas a regalar ese perrito.
—Te lo digo. Se lo voy a regalar.
—sonrió mientras miraba a su pareja.El colorado suspiró y se agachó a la altura de su hija —Tina, te permito quedarte con el perrito si prometes cuidarlo, ¿sí?
—iSí! —exclamó con una sonrisa la colorada aún con el canino entre sus brazos.
—¿Y cómo le vas a poner?
—Mmh. —la pequeña puso al
perrito frente a ella observandolo.—¡Es igual que Chase! — comentó.
—No amor, busquemos un nombre más... bonito. —le respondió su padre, no quería escuchar más el nombre de ese perro que tanto aparecía el los Paw Patrols.
Después de pensar un largo rato un nombre para la nueva mascota, a Agustín se le ocurrió un
"Ya fue, ponele León".Y sorprendentemente a la menor le gustó el nombre y se lo puso al perrito.
Y así fue como le dieron la bienvenida a León en la familia.
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papá y el señor policia | Gialen
RomanceAgustin no esperaba que el papá de la pequeña colorada, la cuál saludaba todos los días fuera tan lindo, más bien, demasiado lindo. ¿Querrá la pequeña Valentina tener otro papá? esperemos que sí. [AU en dónde Agustin es un oficial de policía que est...