✩𝐆𝐄𝐓𝐀𝐖𝐀𝐘 𝐂𝐀𝐑✩ ┊ ❛No, nothin' good starts in a getaway car❜
⸻ EN DONDE Asher decide acompañar a su hermano Lewis en el resto de la temporada, buscando sanar su corazón roto.
O
EN DONDE los pilotos de Redbull y Ferrari conocen al hermano men...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐋𝐚𝐜𝐞𝐧𝐚
La música suave del hotel se mezclaba con el murmullo de la ciudad que aún vibraba por la carrera. En el espejo, Asher Hamilton se observaba con una concentración poco habitual. No solía tardar tanto en arreglarse, pero esa noche algo lo mantenía en alerta, como si la intuición le susurrara que el destino estaba al acecho.
Su cabello caía con naturalidad, rebelde pero ordenado, y la camisa blanca —ligeramente abierta al cuello— dejaba entrever la piel morena marcada por el sol de Mónaco. Los vaqueros negros, ajustados en el punto exacto, completaban un look que decía "no me importa, pero igual luzco bien".
Detrás de él, Lewis revisaba su reflejo con la precisión de quien ha vivido media vida frente a cámaras.
—Hermano, te estás mirando como si fueras a una cita, no a una cena —dijo el piloto británico con una sonrisa divertida, ajustándose el nudo de la corbata azul marino con detalles dorados.
—¿Y acaso no lo es? —replicó Asher, arqueando una ceja con fingida seriedad—. No todos los días me invitan a una cena con medio paddock de Fórmula 1.
Lewis soltó una carcajada.
—No seas tan dramático. Además, prometo que será divertido. Buena comida, buena música, y pilotos con egos más grandes que sus autos. ¿Qué puede salir mal?
—¿Divertido para ti o para mí? —preguntó Asher, recostándose sobre la cómoda, cruzando los brazos—. Sabes que no me siento muy cómodo en esas cosas.
—Oh, vamos, Asher. Eres un Hamilton. Te encantan las luces y la atención, solo que no quieres admitirlo —Lewis le dio un leve golpe amistoso en el hombro—. Además, tal vez conozcas a alguien interesante. Hay pilotos nuevos este año... y algunos, créeme, son de esos que te hacen olvidar un corazón roto.
Asher le lanzó una mirada irónica, aunque el comentario no le molestó tanto como debería. —¿Desde cuándo me analizas como terapeuta?
—Desde que dejaste de sonreír con las canciones de Taylor Swift —contestó Lewis con tono burlón.
El menor rodó los ojos, pero terminó sonriendo—Tienes razón. No pienso dejar que Ben ni nadie me arruine la temporada.
Lewis asintió satisfecho —Esa es la actitud. Además, nadie se resiste a un Hamilton con estilo. Vamos, que se nos hace tarde.