00

3.2K 185 1
                                    

Hace dos años subí a un avión con rumbo a Norteamérica con una gran carga pesada y un montón de inseguridades que me llevaban a hundirme cada que alguien las hacía sobresalir más de lo que ya lo hacían.

Me fuí en un momento difícil para todos, la muerte de Jeong Se Yeon acababa de ser noticia nacional, uno de mis mejores amigos acababa de morir y a mi solo me quedaba huír del país junto a mi padre con la excusa de cumplir el sueño Americano de una vez por todas antes de decidir que me quería quedar allí.

Si me quedaba en Corea no podría evitar hundirme mucho más, lo que estaba pasando solo me arrastraba inevitablemente hacia la orilla de ese mismo edificio y aunque debía alejarme un tiempo de mi hermano prefería no hacer que pasara una muerte inesperada una vez más después de todo.

Mi carrera musical se quedó atrás junto a mis amigos, a mi hermano y a mi primer amor.

Empezar de cero fue algo bastante reconfortante, nadie me conocía y todos parecían estar encantados en cuanto a mí se trataba. No dejaban de advertirme lo bonita que era, el buen cuerpo que tenía y lo mucho que les gustaría ser de mi país.

Aún así yo solo podía pensar en lo horrible que era en esa parte del mundo. Los estándares de belleza eran notablemente muy diferentes en esta parte de la tierra. 

Mis curvas no eran un problema como allí, nadie me llamaba vulgar cuando usaba la ropa que me gustaba, en cambio a eso me halagaban incluso más cuando lo hacía, diciendo que mi estilo era algo muy único o que ojalá les enseñara a vestirse como yo. Lo segundo ya era más difícil, mi nariz aguileña era algo que nunca me había gustado, cada que me miraba al espejo sentía que era el castigo que había recibido en esta vida después de haber hecho algo malo en la anterior.

No le di muchas vueltas, le pedí el dinero a mi padre y me operé la nariz junto con una parte del rostro para resaltar mis facciones Sur Coreanas.

Cuando el avión aterrizó en mi lugar de origen yo era alguien completamente diferente. Me veía más delgada, mi rostro tenía ciertos arreglos y mi corazón ya no dolía tanto como el dia de mi partida.

Había vuelto al inicio siendo otro personaje, solo esperaba que las cosas mejoraran para poder quedarme al fin donde siempre he deseado estar. Crear una nueva historia, con un final feliz para cada uno de nosotros.

Revivir sentimientos, explorar viejos recuerdos.

Un posible reencuentro que puede cambiar todo para siempre.

Más allá, tras de todo eso también había una culpa que anulaba mi libertad de tomar el camino que tanto deseaba desde que tengo memoria.

Había algo que enfrentar y solo esperaba no hacerlo sola.

Quedate conmigo (Han Seo Jun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora