Prologo

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Hace aproximadamente 100 años
Este planeta sufrio bajo el reinado de terror de un aterrador ser cuya fuerza era incomparable para cualquier hombre y inconcebible para cualquier creyente de fe y la ciencia

Su nombre era Piccoro Daimaku que se traduce como "El rey demonio de otro mundo"
Este apodo no era en vano ya que su ejército estaba compuesto por criaturas de pesadilla con rostros de ogro y alas de dragon

Sin embargo la maldad de Piccoro vería su fin cuando la humanidad se canso del tirano y envío al guerrero más poderoso de aquel momento a enfrentarlo
Este hombre logro derrotar a Piccoro y sellarlo con una poderosa tecnica para luego encerrarlo en una prisión de la que el demonio no podría escapar

Con el tiempo, los relatos de Piccoro Daimaku se volvieron leyendas y cuentos poco comentados entre la humanidad
Y el nombre de aquel guerrero que lo derroto fue olvidado en la bruma del tiempo...

Nos remontamos a una zona montañosa en medio de un árido desertico, una hermosa mujer joven de cabello negro que llevaba puesto un abrigo militar de color azul bajaba de una aeronave que acababa de estacionar en una meseta pero ella no estaba sola a su lado un inmenso perro de raza shiva con pelaje naranja y un hocico repleto de afilados colmillos caminaba a lado de la mujer...

- Haz reconocimiento de la zona Shu -Ordeno al perro la mujer

Al recibir la orden, el enorme perro comenzó a olfatear el territorio en busca de peligro al no detectar nada el animal aulló llamando a la mujer, la cual camino hasta llegar a unas escaleras y empezó a subir por ellas hasta tener en frente una especie de estructura antigua en ruinas...

- Amo Pilaf, las coordenadas eran correctas... -Afirmo con seriedad la mujer mientras hablaba por radio ante lo que pareció ser su jefe -Esta es la prisión de Piccoro Daimaku

De la nave bajo un hombre de baja estatura que no tenía un aspecto humanoide, en cambio tenía la piel de color celeste y orejas largas además de vestir una larga túnica que daba hasta sus talones, el perro y la mujer se pusieron de rodillas mientras su líder subía por las escaleras...

- ¡¡Finalmente, el momento para el que hemos estado trabajando tan duro está cerca!! -Exclamo emocionado el enano de piel celeste

Al ingresar a aquella antigua edificación observaron como no había celdas ni nada solo una vasija de arroz en medio de la zona, Pilaf se acercó a esta y la sujeto para luego dejarla caer al suelo provocando que la vasija se rompiera en mil pedazos y de esta una gran bola de energía sería liberada la cual adoptaría la forma de un ser humanoide de piel verde y arrugada, con antenas en la frente y que se veía bastante debilitado...

- Mi señor... -Afirmo Pilaf mientras se ponía de rodillas ante el ser que acababa de ser liberado - Es el gran rey demonio Piccoro, mi humilde persona se inclina ante su magnificencia...

- ¿Quien eres tu? -Pregunto con una voz decrepita y seca el antiguo rey demonio

- He leído sus leyendas desde hace mucho permítame presentarme...soy el emperador Pilaf, está es mi guardaespaldas Mai -Explico mientras señalaba a la mujer quien se puso igual de rodillas ante Piccoro... -Y el es Shu, es mi mascota pero también es de mis más confiables secuaces

- ¡Maldicion!...Mi cuerpo y mi poder se han debilitado mucho durante mi encierro -Frustrado Piccoro Daimaku contempló su cuerpo anciano mientras flexionaba sus brazos

Dragón Ball: La gran travesia 🐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora