Tinta e Intriga - Eruri

Seis

"Te enviaré algunas fechas después de revisar mi agenda", dijo Levi, los dos de pie en el metro y Levi esperando su tren. Isabel se quedaba en casa de Levi para dormir la resaca, el salón estaba cerrado por ser el primer día del año. Levi iba para repartir fechas y consultar su agenda, así que Isabel estaba bien para dormir todo el día.

Erwin asintió. Le dio un beso a Levi y subió las escaleras mientras Levi esperaba a que llegara el tren.

Poco después, Levi envió un mensaje de texto a Erwin con las fechas, y se pusieron de acuerdo en una, y fue poco menos de un mes más tarde cuando Erwin acudía a la que probablemente sería su última sesión de día completo. Levi estaba trabajando en el primer plano y en los campos y, dependiendo de lo que terminara hoy, eso determinaría cuántas sesiones de media jornada necesitaba. Levi estaba pensando, como máximo, en dos, y era extraño pensar que estaban tan cerca del final.

Gran parte del primer plano le llegaba a las caderas, lo cual era mucho más soportable, aunque no era como ser acariciado por un osito de peluche. En algunos puntos le tocaba las costillas inferiores, que era donde más le dolía, pero Erwin había soportado constantes arañazos en las costillas, así que podía apañárselas.

Levi ya había dicho varias veces que no hacía esto para tocar el cuerpo de la gente ni para excitarse con la desnudez en torno a los tatuajes, pero Erwin disfrutaba con el agarre que Levi le daba de vez en cuando en la cadera o en el hombro. Principalmente, sus manos estaban ocupadas con la pistola y el paño que limpiaba el exceso de tinta y la sangre, pero, de vez en cuando, había una mano enguantada asegurando su cadera, y era bastante delicioso, íntimo. A ello contribuía probablemente el hecho de que a menudo habían yacido desnudos juntos e imaginaba que no ocurría lo mismo con todos los demás clientes de Levi, pero era simplemente agradable que él te tocara.

Tras algo más de nueve horas, Levi dijo que estaba contento de haber terminado por hoy, y Erwin se dirigió directamente al espejo, Levi se le unió poco después.

Aún no estaba terminado, quedaban pequeñas secciones sin colorear y gran parte de los bordes por rellenar, pero, por los dioses de los cielos, era impresionante. Todos aquellos hermosos colores, los rosas, naranjas y morados del cielo, el blanco y el gris, la montaña en el centro, todo reflejado en las hermosas aguas azules y reflectantes, y ahora la vegetación, los campos, los árboles, los arbustos, las flores, todo era exquisito. Se sentía sereno, y el corazón de Erwin no tardó en llegar a su boca.

"Está quedando muy bien", comentó Farlan, volviendo al salón después de que un cliente le hubiera pagado. Admiró la espalda de Erwin con los brazos cruzados. "Trabaja rápido, ¿verdad?".

Erwin asintió, mirándolo un momento más. Miró una vez a Levi en el espejo y vio incluso los ojos de Levi escudriñando su espalda, admirado. "¿Cuánto tardaría normalmente algo así?".

Farlan se encogió de hombros. "Difiere de un artista a otro, obviamente. Pero tú eres un gran lienzo, Erwin".

Erwin se rió.

"¿Esto se ha hecho en cuánto? ¿Menos de cuarenta horas?" preguntó Farlan, y Levi asintió. "Increíble. Para llegar a esta fase, ¿me llevaría cincuenta? Quizá más".

"Todavía nos quedan un par de sesiones", dijo Levi, bajando el espejo y devolviéndolo a su sitio. Erwin se dio la vuelta y fue a sentarse de nuevo para que Levi pudiera atarle.

Farlan le dio un codazo juguetón a Levi y éste se negó a gratificarle con nada. "Di que lo has hecho bien. Vamos, dilo".

Levi permaneció en silencio.

Isabel, que había estado charlando con Eren sobre técnicas de piercing para pezones, se animó y dijo: "¡¿Levi está aceptando un cumplido?!".

"No lo está", dijo Levi, hablando de sí mismo en tercera persona. Erwin sonrió y se rió cuando Levi se puso a vendarle.