୧ ‧₊˚ 3🍵 ⋅

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Iván llegó hace diez minutos a su departamento, envolvió al perro con su abrigo para evitar que gente curiosa lo viera cargarlo por la calle, prefería evitar que algún random lo subiera a TikTok e hiciera veinte videos al respecto. Al cruzar la puerta dejó al pequeño acompañante cibernético en el diminuto sofá personal, se apresuró en verificar los daños en el sistema.

Y bien, tal como se lo esperaba, los daños eran severos, no mortales para buena suerte del can, su pelaje blanco de aspecto suave se hallaba manchado de azul. Su prioridad era detener la hemorragia, la sangre azul funciona diferente de la humana, no se coagula, pero eso quiere decir que sea menos útil para su respectivo destinatario.

Observó las heridas en una fracción de segundo vio el mayor daño, el componente que se encarga de regenerar la piel sintética se encontraba averiado era seguro la causa eran golpes constantes, tenía en frente un claro caso de maltrato. El componente es frágil, dañarlo era una tarea muy sencilla, pero las heridas viejas indicaban que presentaba fallos desde hacía algunos días.

Sacó algunas herramientas que guardaba en la encimera de la cocina, agradeció a los hijos de perra que lo crearon, porque le dieron el conocimiento necesario para hacer reparaciones a androides, tanto a él como al resto.

— Esto será complicado, no te asustés ¿bien? —trató de consolar, pero no era bueno en ello.

Iván empezó a reparar, le tomó un buen tiempo, la solución más sencilla era remplazarlo, pero conseguir un repuesto dados el tiempo corto que le quedaba al amiguito, quedaba descartado, además de que carecía de los recursos para comprarlo. Cuando por fin arregló el componente, la piel maltratada se regeneró y tuvo que agradecer que los diseños estadounidenses no constaran de un sistema nervioso.

Fue al mueble en el que escondía sus reservas de sangre azul, apenas quedaban las suficientes para él y no durarían muchos meses. Era una decisión difícil, pero si ignoraba el asunto, el perro moriría en cuestión de lo que quedará de día.

— No es igual a la que estas acostumbrado, pero es lo que hay de momento, más te vale no desperdiciar.

El tema de la sangre azul rusa era que, su composición distinta de la estadounidense hacía que la americana fuera inútil para él, no era suficiente para los procesos que lleva a cabo. Y las fronteras rusas llevan un tiempo cerradas, el comercio casi se ha detenido, en estos momentos fue incapaz de conseguir thirium ruso, al parecer optaban por vender el otro tipo, y los pocos que lo vendían era a precios que estaban por los cielos. Sus esperanzas estaban en que volvieran a permitir la exportación en el país.

Después de darle la sangre azul, Iván suspiró, no estaba seguro de que tan bien le haría la sustancia, más tarde pediría en internet el tipo adecuado.

Llevó al perro a bañarse, limpiar la sangre azul no era tan dificultoso como la humana, pero, de todas maneras, el piso se lleno de tintura azul, su cuarto de baño era diminuto, podría lavarse las manos, bañarse y usar el inodoro a la vez si lo quería.

Justo cuando logró quitar el thirium del cuerpo del perro, recibió una notificación de discord, alzó una ceja un poco desconcertado, no hablaba mucho con sus compañeros de trabajo y para ese punto, los únicos capaces de escribirle sería alguno de ellos.

Apagó la ducha y revisó el mensaje, no reconocía el usuario, pero vio que compartían el servidor de la nueva serie en la que era participante, Código De Guerra. Aunque lo abreviaron con CG, claro que el nombre original era algo más largo "Código De Guerra: androides" o algo similar que no se molestó en verificar.

El mensaje era algo simple: "Hola".

En un inició pensó en ignorarlo, hasta que agregó:

"¿Qué hace una abeja en el gimnasio?".

Boy X 【Rodrivan】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora