Recuerdos

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Cuando la luz entró de forma brusca en mi habitación protesté y me tapé completamente con las mantas.

- ¿Qué hora es? – pregunté indignada.

- Son las tres de la tarde – contestó tranquilamente Vale. – He venido a preguntarte si quieres venir a pasar las fiestas con nosotros. – la miré destapándome.

- ¿Con Nico y contigo? ¿Y qué voy a hacer yo? – pregunté levantando una ceja.

- Vi que hablaron Calle y tú, hablé con ella y me explicó que estuvieron bien... me dijo que podía invitarte, ya que estás aquí...

- ¿Calle? – recordé – Y su noviecillo también ¿no? – ella asintió.

- ¿Cómo te ha sentado la noticia? – preguntó preocupada.

- Bien, ¿Cómo me va a sentar? Está superado, estoy bien – volví a tumbarme y cerré los ojos. - ¿Y a dónde vamos?

- A Leavenworth, Washington.


° ° °


Pasear otra vez por la ciudad me traía muchos recuerdos, era extraña la sensación de bienestar y paz mientras pasaba entre los grandes edificios. Me perdí en el centro comercial buscando algún detalle por Navidad para mi familia. Iba metida en mis pensamientos cuando escuché a alguien saludarme y agarrar mi brazo.

- Calle... - le sonreí - ¿Compras de última hora? – ella me devolvió el gesto levantando algunas bolsas.

- Lo mismo que tú. ¿Vienes mañana a Washington? Es precioso en Navidad.

- Claro. ¿Por qué no? Aunque voy sola.

- Bueno, van dos amigas, igual puedes intentar con alguna. – dijo divertida haciéndome reír. – El pueblo es increíble, y las luces que lo decoran también, ya lo veras.

- Me muero por verlas. – sonreí, por un segundo sus ojos bajaron a mi sonrisa y aproveché para mirar sus labios también.

- Bueno, voy a seguir con las compras... ¿nos vemos mañana? – asentí y ella empezó a andar en la dirección que iba.

- Espera. – la agarré de la mano – Te invito un chocolate caliente.

Ahora estábamos sentadas en una terraza hablando tranquilamente. Estaba muy a gusto con ella, la incomodidad parecía haber quedado atrás. Nos reíamos, nos contábamos cómo nos había ido desde la última vez que hablamos.

- Bueno, háblame de tu novio, ayer no tuvimos tiempo de hablar, tampoco creo que fuera el lugar indicado – le sonreí.

- No sé, ¿Qué quieres saber?

- ¿Cuánto llevan juntos?

- Cinco años y un poco más. Lo conocía de antes, estudiamos juntos, fue casualidad encontrármelo en San Francisco.

- ¿Cuándo se van a casar?

- No nos vamos a casar... - se rio. – Bueno, algún día, supongo, no lo sé. – tomé mi taza para beber. – Vivimos juntos.

- Interesante... ¿Y en qué trabaja?

- Es cirujano.

- Entonces será bueno con las manos – noté cierto rubor en sus mejillas. - ¿Es la primera persona con la que estás después, de lo que pasó? – pregunté.

- No, he estado con otra gente antes de con él.

- ¿Puedo ser sincera? – pregunté echándome sobre la mesa como si fuera a decirle un secreto, ella hizo lo mismo. - ¿Tan mal lo hice para que acabaras con un hombre? – me reí al ver su expresión sorprendida.

La mejor amiga de mi hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora