La mejor amiga de mi hermana

Final

Desperté porque sentí una punzada en el corazón, estaba sentada en la cama, mi respiración era rápida y pesada, me sentí agitada. La chica a mi lado se movió.

- ¿Estás bien Poché? – dijo somnolienta.

- Sí, - suspiré – eso creo.

- No te ves nada bien.

- Estoy bien, no te preocupes por mí.

- No me mientas. Te conozco bien. ¿Es por el día?

- Este va a ser mi peor cumpleaños, Maddison, - suspiré – soñé que se casaba conmigo.

- Ay Poché. – dijo mi amiga con tono de lastima – Cuanto lo siento, no sé que decirte solo que tranquila, todo estará bien, ya conocerás a alguien que te ame.

- Gracias. – la abracé – Mejor volvamos a dormir. Ya no quiero hablar de eso

Nos volvimos a recostar en la cama y ella me abrazó, sus brazos eran muy cálidos. Yo no podía volver a dormir después de volver a soñar con eso, soy tan ilusa al siquiera imaginar que Calle podría casarse conmigo, pero aquí estaba, de vuelta al mundo real, a unas horas de que el amor de mi vida se case con otra persona...

° ° °

Mi hermana estaba muy nerviosa, demasiado, casi me estaba contagiando a mí, pero al menos Maddison estaba conmigo y me mantenía tranquila, al menos, estaba pendiente para no dejar que fumara.

- No me apetece nada ir. – comenté sentada en el sofá, ya vestida y moviendo la pierna sin parar.

- Poché, piensa que lo haces por tú hermana. – puso su mano en mi pierna y empezó a acariciármela para calmarme.

- No debería de estar aquí, debería de estar celebrando mi cumpleaños en algún bar, creo que no voy a poder soportar verla con él y no conmigo. – me apoyé en su hombro suspirando – Ojalá siguieras soltera... me servías más en esos momentos. – la escuché reír – No puedo creer que haya elegido esta fecha para su boda... ¿Por qué la fecha de mí cumpleaños?

- Tranquila, quizá la fijo él... ya sabes, los médicos deben de tener su agenda bien ordenada, quizá era la única fecha disponible y no lo ha hecho de mala gana. Además, será perfecto para que esta noche salgamos por ahí para celebrar y buscamos a alguien. – la miré.

- Bien. – sonreí y dejé que me diera un rápido beso en los labios sonriendo divertida.

- Aunque siempre puedes levantarte cuando digan eso de "Que hable ahora o calle para siempre".

¿Lo decía en broma o lo decía como una opción real? La maldije hacia mis adentros por darme ideas tontas, en una de esas y si reunía el suficiente valor para impedir esa boda. Aunque lo dudaba, ella misma fue la que me dijo que ya era demasiado tarde...

¿Cómo iba a soportar que Calle se casara ese día? Encima parecía que iba a ser la boda ideal, todos vestidos de blanco, en la playa, bla bla bla... Lo peor de todo en mí cumpleaños.

El haberme dado cuenta de lo intensos que eran mis sentimientos por Calle me había destrozado, pensaba que lo había superado, pero no fue así, sólo me faltó verla en Navidad para darme cuenta. Y estos nueve meses separadas solo me han servido para echarla de menos y para plantearme millones de veces el mandarlo todo a la mierda, llamarla y decirle que la necesitaba, que me moría por besarla, y que dejara al idiota de Alejandro para que estuviese conmigo. Noche tras noche me imaginaba que ella estaba en su ventana, pensando en mí, en todo lo que pudimos llegar a ser y no fuimos, quizá por su mente también pasaba que lo último que me había dicho era mentira.