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Jihyo gruñe rodando de costado cuando el sol de la mañana golpea directamente en su rostro despertandola. Esto es algo nuevo, sobre todo porque en su departamento había hecho lo posible para acomodar su cama de una manera que no le diera la luz que se filtra por la ventana. «Pero este no es mi departamento», se recuerda aún somnolienta. Dura unos cuantos segundos más tumbada disfrutando de la tranquilidad antes de sentarse de golpe con los ojos completamente abiertos al procesar de nuevo ese pensamiento. «¡Pero este no es mi departamento!», la calma había sido arrojada por la borda siendo remplazada por la preocupación.

Jihyo observa el suelo donde todavía se encuentra Tzuyu aún dormida en posición fetal. Tuvo que agitar su cabeza para salir de su anonamiento cuando la distrajo el hecho de que su postura le recordara a la de un gato. «No se ha dado cuenta que sigo aquí», suspira para sí misma. Se siente tranquila de no haber sido la única que olvidara la condición que puso Tzuyu; al menos ahora tiene algo con lo cual escudarse.

La coreana se remueve en busca de su celular estando preocupada de la hora que es. El Sol no está en un punto alto, pero tampoco luce como el término de un amanecer. Su teléfono lo encuentra en el mismo lugar donde lo dejó ayer: encima de la mesita de té, pero para su mala suerte cuando intenta encenderlo no responde. Sin batería, como lo imaginó.

Jihyo se pone de pie cuidando el no pisar por error a Tzuyu. Se coloca sus tenis, los cuales descansaban a un lado del sofá, para comenzar a moverse por el departamento con el objetivo de reunir su ropa de ayer. En el transcurso se percata del reloj de pared: 8:54 AM es la hora que marca. Afortunadamente no es tan tarde como lo creyó.

Cuando está a punto de tomar la manija de la puerta, se detiene debido a un sentimiento que la hace replantearse su actuar: le sienta mal el hecho de irse como si nada cuando Tzuyu la invitó "amablemente" a su departamento, pero no sabe que otra cosa puede hacer, ella no pertenece aquí, y algo la hace pensar que Tzuyu le gustaría más no verla cuando despierte.

Entonces, a pesar de no querer irse, lo termina haciendo.

Jihyo tiene que caminar hasta encontrar un transporte que la lleve a casa. El transcurso por las calles es silencioso, algo extraño sabiendo que es sábado por la mañana; supone que las personas ahora prefieren pasar su fin de semana en casa, y en familia. No los culpa. Ahora mismo ella empieza a extrañar esos momentos de su infancia.

Cuando llega a su departamento, encuentra aquella habitación de cuatro paredes igual de vacía como la dejó. Hace una pequeña comparación mientras va dejando sus cosas a un lado; fácilmente la sala de estar de Tzuyu es toda la extensión de su vivienda, algo que la hace soltar una pequeña risa, pero después aquello se va borrando poco a poco al notar otro detalle: además de eso, no hay nada más diferente. Es igual de solitario que el lugar de la taiwanesa, aunque sabe que la soledad es distinta.

Jihyo deja su celular cargando antes de tomar una nueva muda de ropa y dirigirse a tomar una ducha. Solo cuando se encuentra frente a su espejo quitándose la parte superior de la ropa, se da cuenta que se trajo consigo el suéter de Tzuyu: «ella me va a odiar por esto», se mentaliza dejando caer su cabeza, pero no dura mucho aquel sentimiento cuando una nueva idea llega a su mente. A pesar de que Tzuyu le haya dicho que debía devolvérselo, siente que puede darle un mejor uso.

Una vez que termina con su rutina, se enlista a la cocina para ver que puede comer el día de hoy. En medio de su actividad también aprovecha para regar las plantas que se encuentran en el marco de su ventana, pero mientras lo hace, el recuerdo de su hogar de nuevo llega a su mente haciéndola sentir melancólica. Parece que por los próximos días estará sentimental.

Minutos después, cuando se encuentra sentada frente a una pequeña mesa circular con el plato ya vacío, Jihyo se desplaza por la bandeja de notificaciones de su celular en busca de algo importante que pudo haberse perdido; la mayoría proviene del grupo que tiene junto a sus amigas, sin embargo, al final de todos ellos, se topa con nuevos mensajes de su mejor amiga, Kim Sejeong.

our lie ⌗ jitzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora