Premio o Castigo

14.

Durante unos minutos dudé si debía subir a la azotea o quedarme en la habitación. Me acerqué a mi cama y me senté apoyando mis manos en mis rodillas y respirando profundamente.

- ¿Qué es lo peor que podría pasar?- Me pregunto a mi misma susurrando.

Sin pensarlo más, me acerqué a la silla del escritorio de la habitación y cogí la chaqueta que estaba en esta, seguramente de Gavi. Salí de la habitación y caminé a paso lento hacia el ascensor.

- Respira hondo Bianca...- Susurro adentrándome en el ascensor y subiendo a la azotea. Al abrirse las puertas pude sentir la corriente del frio de Barcelona, pues la puerta que daba a la azotea estaba abierta.

Entré en la azotea abrazándome a mi misma del frio, y busqué con los ojos a Gavi, el cual se encontraba sentado en una de las sillas al fondo de la azotea mientras observaba la ciudad.

Me acerqué a él y me senté en la silla que había a su lado.- Al final has venido.- Escucho decir a Gavi sin girar su cabeza para mirarme.

- Si...- Me rió suavemente.- Aunque podría haberme quedado abajo, hace demasiado frio aquí.

Gavi giró su cabeza lentamente para mirarme y empezó a sonreír al darse cuenta de que llevaba su chaqueta puesta.- Te queda bien mi chaqueta, pareces una enana usándola.

Veo como se ríe.- Al menos estoy algo caliente con esto.

- Algo solo?- Pregunta dejándose de reír como si hubiera dicho algo malo.

- Si, no sé, no es que esté tan mal...- Digo dejando de mirar los ojos de Gavi y mirando la ciudad. Desde la azotea se puede ver gran parte de Barcelona, ahora ya casi toda encendida, pues se estaba haciendo se noche.

Sentí como Gavi se levantó de su silla y caminó unos pasos por detrás mía. No le eche mucho importancia y seguí observando las vistas hasta que sentí una tela caer sobre mis hombros, mire hacia un lado y vi como Gavi ponía sobre mi una pequeña manta. - ¿De dónde la has sacado?- Pregunto mientras vuelve a sentarse a mi lado.

- No te preocupes por eso, ahora estarás mejor..- Dice mostrando una leve sonrisa.

Nos quedamos los dos en la azotea simplemente observando las vistas y sin hablar durante una hora. Mi cuerpo se había acostumbrado al calor de la chaqueta y la manta que ya no notaba el frio. Ví como Gavi encendía su teléfono para mirar la hora. - Creo que deberíamos irnos.- Dice levantándose de su silla.

- Si...- Digo levantándome con cuidado de no tirar al suelo la manta. Caminamos en silencio hasta el ascensor donde al entrar, sentimos una ola de calor, pues la diferencia de la azotea al interior era demasiado fuerte.

Al llegar a nuestro piso, nos bajamos y caminamos hasta la puerta de nuestra habitación. Metí mi mano en el bolsillo de la chaqueta para coger la llaves. - Ay no...- Susurro en voz baja.

Gavi me mira con cara confusa y pregunta. -¿Bianca qué pasa?

Me quedo callada durante unos segundos hasta que vuelvo a hablar.- No encuentro las llaves..- Susurro.

- Oye, no pasa nada si?- Dice mientras camina de vuelta al ascensor.- Espera aquí, vuelvo ahora.

Suspire profundamente pensando en lo torpe que soy y deje caer mi cuerpo sobre la pared, deslizándome hasta quedarme sentada en el suelo.

Los minutos pasaban y Gavi no había vuelto aún con las llaves, así que después de pensar un poco, decidí levantarme y bajar a buscarlo. Al llegar a la entrada, veo a Gavi hablando con una chica en la puerta principal, al parecer Gavi no estaba muy contento, y al notar mi presencia dejó de hablar y caminó hacia mi sin decir ni una palabra.

- ¿Todo bien?- Pregunto cogiendo las llaves y viendo como echa un gran suspiro.

- Si, sube- Dice volviendo a caminar hacia la chica. Yo hago lo que dice, y subo de nuevo hacia la habitación, cambiándome la ropa y aprovechando que Gavi no está para darme una ducha rápida.

Al salir de la ducha me quedo durante unos minutos pensando en quién era la chica que estaba con Gavi, y por qué el estaba tan enfadado.- No importa.- Digo vistiéndome y saliendo del baño para tumbarme en mi cama y utilizar mi teléfono.