Premio o Castigo

8.

Me desperté temprano y aproveché para darme una ducha rápida antes de bajar. Me adentré en el baño y encendí la ducha mientras me quitaba la ropa. Metí una pierna dentro para comprobar la temperatura, templada, así que me metí y cerré los ojos dejando que el agua cayese por mi cuerpo.

Salí del baño con mi ropa ya puesta, un simple pantalón de chándal negro con bolsillos y una camiseta blanca de manga corts, y me acerqué a mi mesita para coger mis cascos y mi teléfono. Salí de la habitación y me encontré con Pedri en el pasillo esperando a que el ascensor llegará. Llevaba puesta una chaqueta del Barça y unos pantalones cortos negros de chándal. Me acerqué a él y notó mi presencia.- ¡Biancaaa!

Se acercó a mi y me hundió en un abrazo cálido y cómodo. Al separarnos, tenía una sonrisa en su cara.- ¿A dónde vas?

- Pues iba a correr unos kilómetros antes del entrenamiento, y tú?- Las puertas del ascensor se abrieron y ambos entramos dentro.

- Iba a hacer lo mismo, pero no sé por dónde todavía.- Presione el botón de la planta baja y me apoyé en la pared del ascensor, con Pedri a mi lado.

- Puedes venirte conmigo si quieres, así no te pasará nada.- Asentí sonriendo y guardando mis auriculares y mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón y levante mi mirada de nuevo hacia Pedri.- ¿Gavi aún sigue durmiendo?

- Si, pensaba que ya se había ido pero me equivocaba. Debe estar cansado.- Las puertas se abrieron y salimos del ascensor caminando hacia la salida, no sin antes darle los buenos días a Paco.

Pedri y yo calentamos un poco antes de comenzar a correr. Salimos del recinto de La Masía y corrimos hasta llegar al centro de Barcelona, pasando por delante del Camp Nou y de varios sitios más. Antes de volver a La Masía, nos detuvimos en una cafetería a tomar un simple café.- Gavi me dijo ayer si iría al entrenamiento de hoy.- Dije sin despegar mi mirada de mi taza de café.

- ¿Ah sí? Y.... ¿vas a venir?- Su tono de voz sonaba nervioso, como si estuviera ocultando algo.

- Supongo, no hay nada que pueda hacer, es ir o quedarme en la habitación escuchando música y leyendo cualquier cosa que me encuentre por ahí.- Pedri echó una risa y tomó un sorbo de su café.

Unas chicas de unos 14 años se acercaron a nosotros sonriendo nerviosas y con una pequeña bolsa en la mano.- Pedri, nos podemos sacar una foto contigo por favor?

Pedri asistió levantándose de su asiento y caminando para colocarse entre ellas.- ¿Queréis que os saque yo la foto?- Pregunté extendiendo mi mano para que me pasasen su teléfono. Ellas me dieron una sonrisa dejándome su teléfono para la foto. Me levanté de mi silla y me coloqué delante de ellas para sacale la foto con Pedri.- Y... ¡Listo!

Caminé hacia ellas para devolverle su teléfono a lo que correspondieron con una sonrisa.- Muchísimas gracias Pedri y a ti....

- Bianca.- Dije sonriendo.- Soy Bianca.

- Pues muchas gracias por ayudarnos con la foto Bianca, ojalá te volvamos a ver.- Las chicas se alejan de nosotros sonriendo y observando la foto en su teléfono.

- Vaya, ya tienes fans tú también.- Añade Pedri mientras nos sentábamos de nuevo en nuestros asientos.

- Pues si.- Respondí riéndome. Cogí mi taza y tome varios sorbos de café para terminar de desayunar.

El teléfono de Pedri comenzó a sonar, y había un nombre en particular en la pantalla, Gavi. Pedri puso la llamada en manos libres y esperó a que Pablo hablara.- Pedri, dónde está Bianca?

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Me desperté frotándome un poco los ojos antes de abrirlos, y para mi sorpresa, Bianca no estaba en su cama. Caminé a paso vago hacia la puerta del baño y toqué varias veces antes de abrir la puerta, Bianca no estaba en la habitación. A lo mejor estaría abajo desayunando, o en el gimnasio. Me acerqué a mi armario y cogí unos vaqueros negros y una sudadera de color gris. Entré al baño y moje un poco mi pelo para peinarme, al salir, cogí mi teléfono y baje hasta la planta baja para buscar a Bianca.

Cuando llegué al comedor, Bianca no estaba presente por ninguna parte así que opté por buscarla en el gimnasio. Caminé por el pasillo de la planta baja hasta la puerta del gimnasio y la abrí lentamente, allí estaba Ferran haciendo flexiones, el cual al verme, dejo de ejercitar y caminó hacia mi preocupado.- ¿Tio estás bien?

- Si, osea no, no encuentro a Bianca. ¿La has visto?- Pregunto preocupado.

- No pero te avisaré si la veo, si?- Asiento despidiéndome de Ferran y caminando de vuelta a mi habitación, no sin antes preguntarle a Pedri si la había visto.

Llamé a la puerta varias veces y no obtuve respuesta. Saqué mi teléfono y marqué el teléfono de Pedri. Los pitidos comenzaron a sonar hasta que por fin lo cogió.- Pedri, dónde está Bianca?

Escuché una risa desde la otra parte de la llamada.- ¿Por qué lo preguntas Gavi?

- Tú solo respóndeme a mi pregunta, si o no?- Repito con un tono de enfado.

- Está conmigo, no te preocupes.- Suspiró llevándome una mano a mi cara y pasándola por esta.

- Hola Gaviraaa.- Escucho a Bianca decir riéndose.

- Buenos días Bianca.- Sonreí pensando en su cara diciendo mi nombre y cerré los ojos aún sonriendo.- Bueno, os dejo que hagáis lo que estéis haciendo, pero Pedri, acuérdate de que a las once tenemos entrenamiento.

- Ya lo sé, nosotros ya nos volvemos ahora para coger las cosas, nos vemos.- Pedri cuelga la llamada y camino hacia la habitación sonriendo. Entro en ella y me tumbo en la cama mirando al techo esperando a que los minutos pasasen para que Bianca volviese.

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Pedri y yo volvimos a calentar antes de emprender nuestro rumbo de nuevo a La Masía. Por el camino, algunos fans saludaron a Pedri y me miraron con cara rara, preguntándose quién cojones era. Durante el camino, me reía sobre la preocupación de Pablo de saber dónde estaba.

Cuando llegamos, nos encontramos con Ferran, que se acercó a mi emocionado.- ¡Bianca! ¡Estás viva!

- ¿Por qué no lo estaría?- Pregunto riéndome a lo que él solo responde encogiéndose de hombros.

- Bueno, nos vemos en el entrenamiento, adioooos.- Dije caminando con Pedri al ascensor. Echó una risa y me miró negando con la cabeza.- ¿Qué?

- Está más que claro que eso ha sido por Gavi.- Dijo aún riéndose. ¿Qué tenía que ver Pablo en esto? ¿Sería por la llamada?

El ascensor llego a nuestra planta, y me despedí de Pedri caminando hacia mi habitación. Al llegar, toqué varias veces suavemente esperando a que Pablo abriese. Como no obtenía respuesta, abrí la puerta despacio y sin hacer mucho ruido. Dí unos pasos hacia delante para ver a Pablo tumbado boca arriba en su cama. Caminé hacia él y me arrodillé quedando a su altura, acerqué mi mano a su hombro y lo moví un poco intentantando despertarlo. Sentí como se empezaba a despertar y me levanté para ponerme de pie. Al abrir los ojos echó una sonrisa y se levanto de su cama quedando de pie.- Has vuelto.

- Tenía que venir a verte otra vez Gavira, me gusta mucho vacilarte.- Ambos nos reímos sin quitarnos la vista el unos del otro.

- Y a mi me gustas tú.- Murmuró en voz baja apartando su mirada de mí pensando que no lo había escuchado.