26.

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La comida ya había llegado, y Bianca al parecer se había quedado dormida. Dejé la comida en la mesa de la habitación y caminando sin hacer mucho ruido hacia Bianca, sobo su brazo intentando despertarla suavemente.

Al parecer funciona y veo como se soba los ojos y se empieza a sentar en su cama. No puedo evitar sonreír al ver esta imagen. Menos mal que Bianca no me había visto.

- ¿Esa es la comida?- Pregunta Bianca aún con un tono dormida. Asiento con la cabeza y me acerco a su plato para dejárselo en su cama. Hago lo mismo con el mio y me siento mientras enciendo la televisión de la habitación.

- ¿Qué te apetece ver?- Pregunto mientras aprovecho para darle un mordisco a la cena. Bianca hace lo mismo y veo que se piensa durante unos segundos su respuesta.

- Cualquier cosa..- Dice callada. Hago caso a lo que dice y pongo el primer partido de fútbol que había encontrado.

Nos pasamos toda la cena en silencio, solo se escuchaban a los comentaristas del partido en nuestra habitación, creo que había preocupado a mi princesa.

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Al terminar de cenar, me levanté y dejé mi plato encima de la mesa. Gavi aún seguía con su plato en la cama, y observando el partido que había puesto en la televisión.

Molesta, me tumbe en la cama boca arriba con los ojos cerrados y eché un suspiro largo. Escuche como Gavi dejaba su plato en su mesita de noche, y oí como se levantaba de su cama.

Noté como mi cama se hundía hacia un lado, Gavi se había sentado en ella. Abrí un ojo y vi como Gavi abría la boca para decir algo.- Lo siento... no sé que me pasa últimamente, Ana me vuelve loco y tú.... tú me vuelves loco de otra manera...

Lentamente me levanto de mi cama para sentarme y poder ver a Gavi mejor.- ¿Ana? ¿Ha pasado algo ya?

Gavi asiente con la cabeza y aparta su mirada de la mía.- Ana me estaba esperando a la salida del entrenamiento, me amenazó de contar cosas privadas si no volvía con ella.

Miro a Gavi con confusión y dolor.- ¿No vas a volver con ella no?- Por favor di que no.

- No quiero... te quiero a ti....- Mi corazón se acelera a mil por hora.- Es decir, que ya sabes que me gustas, pero no quiero que diga cosas mías.

- ¿Por qué no pones una orden de alejamiento? ¿O una denuncia?- Pregunto preocupada mientras Gavi vuelve a mirarme a los ojos.

- Porque su papi haría de todo para que eso se rompiese.- Gavi suspira y se deja caer hacia atrás en mi cama.

Me quedo observándolo unos segundos hasta que con su brazo derecho enrolla su mano en mi cintura y me tira hacia él, haciendo que mi cuerpo quedase encima de él y con mi cabeza cerca de la suya.- Gavi...

Gavi me mira y sonríe.- Quédate así, te necesito.- Veo como con cuidado se levanta y hace que nuestras caras se queden más cerca todavía. Sus manos pasan a mi cintura para evitar que mi cuerpo se escapase de su regazo.

Nuestros labios estaban a escasos centímetros, y cuando creía que al fin podría besar a Gavi, alguien llama a la puerta.- Otra vez no...- Susurro enfadada.

Gavi se ríe y con cuidado me deja en la cama mientras camina hacia la puerta. Al abrirla estaban Lamine y Fermín con una sonrisa de oreja a oreja, y por detrás se escuchaban unos gritos.- ¡No hagáis nada!- Ese acento canario lo delataba, era Pedri.

Confusa camino hacia la puerta y me coloco al lado de Gavi. Veo como Lamine y Fermín sonríen como dos niños pequeños y como Pedri casi sin aire de correr se pone en medio de estes dos.- ¿Qué pasa?- Pregunta Gavi.

- Es que venimos a decirl- Lamine es rápidamente interrumpido por la mano de Pedri en su boca, impidiendo que continuase hablando.

- No venían a nada, se me han escapado.- Dice Pedri empujando a Lamine y a Fermín pasillo abajo.- Buenas noches tortolitos.

Premio o CastigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora