Remenbranzas: Revelación

Despedidas

Sakura se lavaba sus manos con sumo cuidado, al terminar las agito con fuerza para luego secarlas con una toalla de papel. La habitación con grandes luces y equipamiento de esterilización médica la rodeaban. La mujer salió de la habitación, para luego acercarse a la estación de enfermería, tomar una caso y clínico y leerlo con atención:

―Aún en su último día da lo mejor de sí ¿verdad? Sakura-san― le hablo una joven genin con traje de enfermera.

Sakura sonrió con nostalgia y asintió: ―No puede evitarse.

― ¿Ya tiene todo listo para su viaje? ―preguntó la chica intrigada mientras guardaba otra ficha clínica.

―Sí, aunque mis plantas son las que me preocupan, un amigo prometió cuidarlas.

―Me lo imagino, su casa estará sola por una larga temporada.

La sonrisa de Sakura parecía inusualmente serena. Lejos de allí cerca de la oficina del Hokage una gran gritó se oyó dentro de una de las habitaciones:

―¿¡heeeee!? ¡¿Se va durante dos años?!―Grito sai con asombro

Shikamaru asentía rascándose la cabeza.

―Por eso Ino no quiere hablar del tema y esta tan triste.

―Si ambas son muy unidas, le dolerá no verla todos los días. Aunque más me dolerá a mi tener que organizar todo el desastre que hay. La carga administrativa es terrible, sin contar lo pendiente―explico Shikamaru cruzándose de brazos.

―Naruto realmente debe estar loco para hacer todo lo que ha hecho.

―No, simplemente dejo de engañarse a sí mismo, asumir que no puedes con algo es muy maduro de su parte, creo que intentar mirar tus errores y enmendarlos siempre es bueno. No importa la edad.

Sai bajo la mirada cuestionando varios sucesos del pasado. Naruto por su parte estaba frente a su escritorio contemplando su carta de renuncia, sus ojos azules estaban más profundos y brillantes de lo normal. Aquella decisión tan dolora surgió después de muchas noches sin dormir, aceptando que su propio sueño ya no lo hacía feliz, sentía que había fallado en muchas cosas pero por sobre todo su familia y el tiempo para remediar eso estaba en sus manos. Salió de la habitación encontrándose con shikamaru que le esperaba con las manos en los bolsillos:

― ¿estás listo? ―pregunto con una sonrisa desafiante.

―Claro.

Ambos subieron a la azotea donde todo un pueblo lo celebraba.

Sakura desde su despacho oía el grito de las multitudes, dando una leve y dulce sonrisa. Sasuke desde muy lejos recostado en un gran abeto alzo la vista a las copas de los árboles:

―Finalmente llegó el día― susurró para si.

Sarada en primera fila lo miraba llena de admiración aplaudiendo con euforia acompañada de kawaki. En medio de aquella emotiva despedida la pareja se tomó de las manos con discreción. Provocando en Sarada una sonrisa tímida dejando ver sus rojas mejillas. Ambos se miraron de reojo y sonrieron llenos de entusiasmo.

Ya estaba atardeciendo Himawari sentada junto a su abuelo observaba el cielo enrojecido, la ceremonia de despedida de su padre había terminado hace varias horas, al igual que su entrenamiento que estaba en descanso.

―ara ara. ¿ya están descansando otra vez?―Pregunto Hinata trayendo una pequeña bandeja con taza de té.

―¡Oka-chan!―expreso Himawari feliz

―hehehe, mi nieta es muy fuerte, diría incluso más que Hanabi. Hinata ¿Qué tal la escuela el día de hoy? ―preguntó su padre sonriente

―¡estupenda!―exclamó llena de entusiasmo