Futuro incierto

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El viento agitaba la yerba y el cabello de Sarada, su vista estaba fija en el horizonte. No dejaba de recordar los últimos sucesos. Kawaki la observaba desde los árboles con su semblante lleno de preocupación:

—¿por qué no te acercas? — Le interrumpió Mitsuki.

—Temo hacerlo.

Mitsuki intrigado le dio tiempo para escucharlo:

—Si voy ahora, diré cosas que la pondrán triste y lo que debo hacer en este momento es apoyarla en todo lo que ella decida hacer.

Mitsuki sonrió complacido.

Algunos meses atrás nadie esperaría todos esos cambios. Ya habían pasado varias semanas de la increíble confesión de boruto, Sarada no se atrevió a salir de su habitación. Sakura comenzó la guardia temprano en la mañana y la cantidad de pacientes fue más de lo habitual, Sasuke por su parte fue al despacho a ver a Naruto hablaron extendidamente de la última misión, shikamaru entrego algunos detalles nuevos y se retiró de la oficina para buscar algunos papeles extra, lo cual le dio la oportunidad de preguntar algunas cosas a Naruto:

—Fui a tu casa hace 2 noches, Hinata dijo que ya no estabas viviendo allí.

Naruto sonrió atolondradamente:

—Sí, Hinata me pidió el divorcio. Entro a trabajar a la Academia Ninja, así que sólo visito a los chicos y los domingos son para ellos.

Sasuke asombrado no supo que decir, cerró los ojos y suspiró agotado:

—Ahora menos podré confiar en ti, Kawaki está rondando a Sarada, no me agrada para nada.

—¿he? Sasuke no imagine que fueras así, pero ya estaba enterado. Mi hijo habló conmigo el primer día, le dije que debía ser respetuoso.

—No me es suficiente, no los quiero juntos y ya.

—Kawaki es un buen chico.

—Con un pasado horrible, no sabe lo que es una familia o una familia normal. Los pocos años que lleva aquí no son suficientes—explico sasuke alzando levemente la voz.

Naruto frunció el ceño y bajo la mirada molesto apoyando su mentón sobre las manos:

—Jamás imaginé que tu dirías algo así, nosotros mejor que nadie debemos entenderlo—Sasuke arrugo sus cejas molesto—¿o es que acaso crees que sufrirá lo mismo que Sakura-chan?—preguntó con voz desafiante.

—Otra vez con eso.

Sasuke no respondió apretó los dientes y se marchó dando la media vuelta, sin embargo, antes de irse dio su última advertencia:

—Será mejor que disminuyas la tensión entre tus hijos, porque si Sarada sale lastimada, haré lo que sea necesario.

Naruto suspiró agotado se sujetó la cien y observó la vieja foto del equipo 7:

—Son sólo jóvenes intentando conquistar el futuro. Todos se esfuerzan por no repetir errores—suspiró.

¿qué hubiese dicho kurama? A menudo imaginaba sus consejos, esa noche bebió algo de sake con su maestro Iruka, el ninja le reprendió fuertemente por luchar por recuperar a Hinata:

—La tuve prisionera muchos años...

—¿de qué diablos hablas Naruto? Regresa a tu casa y lucha por ella, ¡pídele perdón! —exclamó molestó sacudiendo un poco la mesa.

—"Ahora entiendo que vivía a tu sombra, quiero descubrir quién soy realmente"—recitó Naruto—esas fueron las palabras con las que me pidió el divorcio, me sentí aliviado de ver que ella encuentra su propio camino. El viejo Jiraiya me hubiese golpeado el día de la boda.

Remenbranzas: RevelaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora