Capítulo 21: Cinco dedos

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Esta actualización fue mucho antes de lo que sospechaba. Ojalá pueda mantenerme en este camino si las cosas son tan ligeras para mí como lo fueron estas semanas.

¡Me encantaría saber de ustedes, como siempre! <3



La luz de sol que luchaba por salir entre las oscuras nubes la saludó, pero era débil, nada como antes, y casi lloró por la pérdida. La visión había terminado. No puedo sentirla como antes.

Claire se sentó en su cama, le dolía el cuerpo, pero apenas sentía el dolor. Un sueño con un Fenix. ¿Una visión? Habían pasado décadas desde que había tenido un sueño así. Cuando era niña, Claire soñaba con lo que sucedería: cosas insignificantes, como lo que prepararían para la cena de la noche siguiente o lo que usaría para su próxima salida con sus padres, y luego, después de que llego a la adolescencia, los sueños se fortalecieron.

"Eres una Soñadora renacida", le dijo su abuela, pero eso no le impidió abandonarla. Una noche, había soñado con un dragón verde y monstruoso que quemaba todo lo que tenía delante con llamas como el jade, y una vez finalizado su ataque, la inmovilizó con sus garras y la atacó salvajemente. A la mañana siguiente, emprendió su viaje a Raccoon city. Fue esa ciudad la que la reclamo de verdad, porque para cuando al fin logro salir de aquella pesadilla, las visiones la abandonaron, tal como lo habían hecho mamá, papá y abuela y abuelo.

Pero este sueño fue diferente, se sintió diferente, se sintió... esperanzador.

Se sentó en la cama, se movió, esperó a que su cuerpo gritara y llorara, pero fue sólo un leve gemido. Al parecer, el descanso le había sentado bien. Su estómago no amenazaba con derribarla con náuseas y estaba más liviana que desde la cena en casa de Piers. Ya no se sentía tan atrapada en las garras del dolor y la pena.

Claire retiró las mantas y puso los pies en el suelo. Se puso de pie y caminó hacia su tocador con una facilidad que no había sentido en días. Cuando se encontró con su reflejo, pensó que podría haber visto a Claire Redfield, no la mujer, sino la joven chiquilla amante del arte y las motocicletas. No logro ver por mucho, sólo un vistazo. Un susurro, parpadeando debajo del espectro que los años de lucha habían creado. Curando, subiendo a la superficie. Ella aún estaba aquí, lo sabía Claire. 


Ni siquiera las noticias televisadas sobre la muerte del vicepresidente y el arresto del fiscal general lograron disipar la tensión que se hacía cada vez más palpable en el comedor de los Redfield. Sam mordió su porción de verduras con el tenedor e hizo una mueca de disgusto cuando Alyvia golpeó su silla alta con su taza. Claire comió sin parar y miró de reojo a su hermano que estaba comiendo su plato casi automáticamente y sin ninguna expresión en su rostro. Quería saber qué pensamientos atormentaban a Chris. No entendí cómo pasó de ser un amoroso hombre de familia a un hombre incapaz de mostrar sus emociones durante días.

Aunque no le dijo nada a ella ni a Jill, ambas sabían que habían sucedido cosas muy terribles en esa misión a China. Sin duda, la muerte de todos estos hombres dejó su huella en Chris.

"Sam, deja de jugar con tu comida y termina tu cena", demando Chris con una pizca de molestia.

"No quiero." Sam dejó caer el tenedor en el plato. "No me gustan los vegetales"

"A mí tampoco me gustaban, pero igual debía comerlos. Cómelos"

"No quiero" respondió Sam mientras apartaba el plato y se cruzaba de brazos

Chris se levantó de su silla. "¡Si te digo que comas verduras, comerás verduras!" ¡No te levantarás de esta mesa hasta que el plato esté limpio!"

"¡Chris, ya es suficiente!" Jill intervino y abrazó a su hijo, que amenazaba con romper a llorar en cualquier momento. "Hoy tuvieron un compartir en su clase y comieron pastel y pizza".

I will never leave youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora