I will never leave you

Capítulo 23: La mordedura del Ortpar

Este capítulo fue más complejo de lo que imaginaba, sufrió muchos cambios durante la escritura y llego a tal punto que durante el inicio y la mitad tuve que reescribirlo en dos ocasiones. Pero finalmente logre completarlo y creo que el resultado final fue satisfactorio.

¡Como siempre, déjame saber que te pareció en los comentarios!

En lo más profundo del régimen caótico los pequeños cambios en la estructura causan casi siempre enormes cambios en el comportamiento. Un comportamiento complejo controlable es, por lo visto, imposible.

Las consecuencias son intrínsecamente imprevisibles.

STUART KAUFFMAN

Ella no pudo evitar cerrar los ojos y suspirar de satisfacción al sentir sus dedos cálidos y callosos recorriendo su rostro lentamente, como se había convertido en un hábito para él. Ella realmente no sabía qué lo impulsó a hacerlo. Quizás era simplemente que la encontraba bonita, o quizás era mucho más que una simple apreciación de la belleza; De cualquier manera, ella disfrutaba demasiado del dulce afecto como para que le importara.

"¿Cuánto tiempo estarás fuera?" Ella pregunto sin alejarse ni un poco.

Su amante suspiró profundamente y se relajó perezosamente en el respaldo acolchado, frotando su espalda y cadera afectuosamente, aparentemente completamente a gusto con ella sentada sobre él como estaba.

"No lo sé, pelirroja; esperemos que no mucho tiempo. La situación en Albania ha sido controlada entre comillas, ni siquiera los grupos extremistas pueden entrar. Y pronto perderán el interés, ya que se acerca el invierno; la nieve debería distraerlos al menos por un tiempo"

Ella tragó saliva y levantó la mano lentamente para trazar su afilada mandíbula, su corazón casi se derritió ante la suave mirada en sus increíblemente hermosos ojos.

"Ojalá pudiéramos simplemente huir juntos. Si no fuera por todas las responsabilidades que conllevan nuestros empleos, podríamos vivir como extraños en un lugar cálido y libre de la guerra y el bioterrorismo. Quizás México o algo más al sur. Tú podrías ser un escolta o el jefe de seguridad de algún ricachón y podríamos tener hijos cuando quisiéramos y criarlos como nunca pudieron con nosotros". Ella se sonrojó fuertemente ante la infinidad de emociones que pasaron por las profundidades del azul de sus ojos y el aliento estremecedor que dejó escapar ante sus palabras. "Lo siento. Estoy siendo infantil y poco realista y lo soy... Tú también tienes una vida fuera de mí....

Las palabras murieron en sus labios cuando Leon acercó su rostro hacia él y la besó para callarla. Ella no pudo evitar el gemido que cayó contra sus labios cuando él lo profundizó y empujó su lengua dentro de su boca para saborearla; poseerla.

"Vamos. Di la palabra y haremos exactamente eso. Di que renunciarás a todo conmigo y mañana pasaré el día buscando pasaje en el próximo avión y organizando el papeleo"

"No podemos Leon". Cerró los ojos para no tener que mirar la decepción y el dolor en sus ojos mientras apoyaba su frente en la de él. Ella rozó su nariz con la de él con cariño y tristeza. Esta era su realidad y tenían que vivirla.