I will never leave you

Capítulo 29: Algo más oscuro

Hoy se cumple exactamente dos años desde que publiqué I will never leave you. Mi más sincero agradecimiento a todos los que comentaron o dejaron un voto a esta humilde historia. Realmente aprecio el apoyo. Gracias por hacer que un novato se sienta bienvenido en esta hermosa comunidad. ;)

"Uno no se ilumina imaginando figuras de luz sino haciendo consciente la oscuridad."

—Carl Jung

El doctor Steven Vance caminaba en dirección a la sala de control, al observar las grandes ventanas frontales, desde las que se dominaba el exterior. A las once pm en punto, los reflectores de cuarzo, emisores de luz sin sombra, se encendían por toda la montaña, convirtiendo el paisaje en una refulgente joya que se extendía hasta desaparecer en el sur. Ése era el momento favorito del día para Vance. Oyó el restallar de la estática procedente de las radios cuando entro finalmente a la sala. Todos estaban sentados en la oscuridad, escuchando las voces de los guardias que salían de la radio:

"Cristo, si esas cosas escaparan" estaba diciendo uno de los hombres, su voz sonaba metálica en el altavoz, "no habría manera de detenerlos"

"No habría manera de detenerlo, no...

"Inmunes al dolor, sin conocer el miedo o la piedad...

"Dios, piensen en eso...

En la sala de control, Karim se quejó:

"Maldita sea esta gente: son tan negativos"

"¿Todavía siguen con eso de que escapen los sujetos de prueba? No lo entiendo: ya debieran de haber visto que lo tenemos todo bajo control" dijo Vance. "Que fabricamos los productos y que fabricamos el centro de recreo..." Se encogió de hombros.

La idea más arraigada de Vance y de sus colegas científicos era que la instalación era fundamentalmente de fiar, ya que tenía la convicción de que su paleo-Viral era fundamentalmente digno de confianza. Cualesquiera problemas que pudieran surgir con los virus que tenían en su poder eran, en lo esencial, problemas muy localizados que se daban en el código, lo que ocasionaba un problema específico en el fenotipo: una enzima que no empezaba a funcionar, o una proteína específica que no producía efecto. Cualquiera que fuese el problema, siempre se resolvía con un ajuste, de relativamente menor importancia, en la versión siguiente. De manera análoga, Vance sabía que la instalación tenía muchos problemas, pero no eran problemas fundamentales. No eran problemas de control. Nada tan básico, o tan grave, como la posibilidad de que uno de los prototipos escapara. Vance consideraba ofensivo pensar que alguien creyera que él sería capaz de cooperar con un sistema que permitiera que cosas así sucedieran.

Ellos no eran Umbrella.

De pronto, oyó el restallar de la estática procedente de las radios.

"¿Por qué la zona D no da señal?" pregunto Karim de repente. "¿Y por qué no podemos hablar con ellos?"

"No lo sé" repuso Harold Roy. "Estoy tratando de localizarlos"

Revisó los canales, pero sólo obtuvo sibilante estática:

"Quizás apagaron las radios de sus puestos"

"Probablemente sea la tormenta" arriesgó Raphelson. "Interferencia de la tormenta"