Capítulo 5: Déjame llenar ese vacío

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La discusión con Leon había sido como un cuchillo a su corazón, otra vez Ada había provocado estragos entre ellos sin siquiera estar presente. Lagrimas comenzaron a escaparse de sus ojos ante los aullidos de su corazón. Una parte de ella estaba enfadada consigo misma... había tenido la oportunidad de aclarar las cosas entre ellos dos y ella guiándose por sus malditas emociones no lo había aprovechado.

Sintió un gran dolor en el pecho mientras que sus estúpidas ilusiones, sus esperanzas de que allí hubiera algo entre ellos se rompía en mil pedazos

Su enojo y las ganas de llorar habían formado un nudo en su garganta, Leon había salido de la oficina ya hace tiempo, dejándola completamente sola, en ese momento algo se derrumbó dentro de ella, el muro de rencor se había venido abajo en cuestión de segundos, su caparazón no había sido lo suficientemente fuerte, sus lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, el dolor en su pecho se hizo más grande, por un momento, quizá pudo a ver cambiado las cosas.

Sus malditos celos y el coraje que sentía, la orillaron a decir semejantes palabras, no había querido lastimarlo, pero él no se preocupó si la lastimaba a ella, tan solo pensó que las cosas deberían ser justas.

Con muy mala gana se levantó y tomando una fuerte bocanada de aire opto por salir de la oficina, necesitaba aire fresco. No conseguiría nada al ponerse a llorar a ríos, ya tenía bastante de sentir lastima por sí misma, sabía que era momento de reaccionar y volver a poner todo en su lugar, pese a que los hermosos recuerdos quemaban en ella cual rojo vivo.


Leon tenía algo que la enloquecía, pero de otra manera, él le demostraba lo que era realmente la pasión, más allá del simple placer carnal, esos momentos no eran solo sexo, eran otra cosa. Él la miro un momento luego de verla gemir ante sus caricias nada decentes en su centro, ella lo beso en los labios y lo miro a los ojos y sonrió.

"Te amo Leon" le dijo Claire dedicándole una de esas miradas que sabía que lo atrapaban.

Su cuerpo y su deseo quemaban su piel, quería tenerlo ya, unirse a él, lo beso con tal fiereza que Kennedy apenas si pudo corresponder, pudo sentirlo entrar en ella, abriéndose paso, él dejo escapar pequeños gemidos ante tal acto, que a los oídos de Claire fueron el detonante, podía sentirse expandida por su hombría, sentir lo grande que era él, no tenía palabras para explicar lo que sentía, pero era algo indescriptible estar así, unida a él, no eran solo los movimientos de la acción ni el rose de los cuerpos, era algo más que la llevaba al paraíso mismo, escucharlo gemir, llamarla por su nombre, entregarse a ella, como ella a él, le hacían sentirse plena, Claire estaba amándolo con su cuerpo y su alma...

Cada embestida, cada rose y gemido, cada sensación provocada en ella, eran de placer, de satisfacción se sentía plena, estaba amándolo de la manera más maravillosa que podía existir, eso era hacer el amor...

"Tu... estas temblando" pregunto Claire

"Tú también amor" susurro Leon

Ese momento era único y especial tan estimulante no solo físicamente, si no también interiormente.

Los dos volvieron a besarse, con pasión y furor, unos movimientos más y ambos experimentaron el clímax más intenso del orgasmo, sus corazones latían a la par desenfrenados, mientras sus cuerpos ardían con la llama de la pasión, Claire entendió en ese momento algo tan sencillo en ese instante de la culminación, aquel acto era amor, lo que había estado buscando durante un largo tiempo, buscaba sentirse amada, tal como Leon lo hacía, entregándose sin reservas como ella a él, de la única manera que podían unirse no solo físicamente, si no con amor, que intenso y completa se sentía estar unida a él, de esa forma, siendo uno, sintiendo que todo lo que sentía le desbordaría "Leon... solo dame la oportunidad de llenar ese vacío"

I will never leave youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora