..Acepto..

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Las paredes blancas y el olor a medicamento, característicos de un hospital, se le hacían más normales de lo que debería.

Se recostó contra uno de los incómodos asientos de plástico. Miro a un costado suyo, una rubia cabellera resaltaba entre el negro plástico. El omega estaba en posición fetal, hecho bolita sumido en un profundo sueño. Su rostro sonrojado mostraba el rastro de su llanto anterior.

YoonGi lo miro con una pequeña sonrisa, inevitable, antes de cubrirlo con su chaqueta.

El doctor había llegado minutos antes, diciéndoles el estado de su cachorra.
Afortunadamente, solo fue una fuerte fiebre causa del clima cambiante. Lograron estabilizarla de inmediato y sacarla de todo peligro. Ahora solo estaba bajo observación por unos momentos más.

Ambos sintieron un enorme alivio al recibir la noticia. Sobre todo el omega, que volvió a llorar, aunque esta vez de alegría. El alfa se levantó un momento para ir al baño, al volver lo encontró durmiendo como un cachorro recién nacido.

Le ofreció que vaya a casa a descansar, pero se negó, quería salir de ahí con la niña en sus brazos, solo así se aseguraría qué estuviera sana.

Suspiro hacia el techo. Empezaba a generar un desagradable sentimiento por estar en hospitales.

Poco a poco fue cerrando los ojos. No pudo dormir bien y ahora estaba trasnochado por la preocupación de su bebé.

Nunca antes había corrido tan rápido. Escuchaba los pitidos de autos al interponerse en su camino, junto con maldiciónes de los peatones y conductores.

No era alguien atlético, pero sus piernas se movían como si fuera una carrera olímpica. No pensaba en nada más, solo en la temible llamada que recibió.

-Su esposo sufrió un accidente.

Sería más fácil tomar un taxi, pero en cuanto recibió la noticia, no pensó en nada, no pudo hacerlo. Como un botón automático, sus piernas salieron corriendo del local.
Ni si quiera alcanzo a quitarse el uniforme de mesero. El delantal se sacudía al compás de sus largas zancadas.

Como un milagro, divisó el hospital a unas calles más. Corrió aun con más fuerza hasta que entro, captando la atención de todos.

No necesito acercarse a recepción, todo ahí era una caos. Tomo del hombro a uno de los uniformados.

---¿Donde esta Jimin?.

El más alto miro su estado agitado. Para su suerte, era el doctor que atendía el caso de su esposo.

---¿Es su esposo?.

Asintió de inmediato.

El de bata suspiro peinando sus cabellos hacia atrás. Creando más angustia en el pobre hombre frente suyo.

---No voy a mentirle. El caso de su esposo es bastante crítico. Haremos todo lo que esté en nuestras manos.

Dijo antes de correr por los pasillos con más personal a su lado.

De repente el blanco se le hizo el color más grotesco. Todo daba vueltas y podía sentir como sus manos empezaban a temblar. Jin y Hoseok llegaron casi de inmediato y pudieron tranquilizarlo.

Pero aquello solo fue el inicio.

---La operación fue un éxito. ---De repente todo el aire volvió a sus pulmones.

Pero antes de que llegarán los alaridos de felicidad. El hombre volvió a hablar.

---Sin embargo, fue demasiado para el paciente. Sus sentidos no pudieron resistirla.

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⏰ Última actualización: Jul 31 ⏰

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