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Hoy era el momento, estaba seguro que lo haría, pero no sabía como.

De los nervios no pudo dormir. Toda la noche se la paso creando escenarios y memorizando las palabras correctas.

Hyung, me gusta.

Lo descartó, sería muy directo, y aunque era lo más sencillo, quería algo más significativo. No tanto como llevar flores o serenata o aparecer con una pancarta más grande que el, que en letras grandes y coloridas diga : "¿QUIERES SER MI NOVIO?".

Para nada. Si hacía algo así, el alfa no le volvería a hablar jamás.

Aunque esa era una posibilidad ante cualquier método que usará. ¿Cómo podría hacerlo?, hasta ahora no lo tenía claro, pero definitivamente lo haría, ya no perdería más tiempo.

Nunca antes había hecho algo así, declararse a alguien primero. Siempre fueron sus demás parejas los que deban el primer paso. Espero que algo así pasará con el alfa, pero parecía no tener intención de hacerlo.
Y aquello lo desilucionaba.

Pensó varias veces en la posibilidad de que sus sentimientos no fueran recíprocos.

Pero era un riesgo que estaba dispuesto a tomar. Si nunca da el primer paso, jamás sabrá si es correspondido o no.

Imaginaba un escenario donde su chico de chaqueta de cuero y botas militares, lo apretaba de la cintura mientras susurraba sobre sus labios; También me gustas.

Se agitó como adolescente con la imagen y esa voz ronca diciéndole esas palabras.

Aunque también estaba el crudo rechazo donde le diría que no era recíproco y que no lo vuelva buscar, cortando comunicación.

Pero le era difícil imaginar eso. No era algo que YoonGi haría, talvez otros si, pero el no.

Era diferente, no podía explicar como, pero aquel pelinegro era totalmente diferente a las personas que alguna vez conoció.
Era interesante, a su manera. No de las personas que no paran de hablar o que tengan mil anécdotas qué contar.
YoonGi era callado, demasiado aveces, pero en pequeños detalles, mostraba lo sabio y maduro que era.

Escuchaba como la gente cotilleaba sobre el. Los rumores decían que dejó la universidad porque tuvo problemas con una poderosa mafia. Otros que se las pasaba golpeando a todos, qué fue llevado a prisión por apuñalar a alguien. Que pertenecía a una familia rica qué lo obligó a casarse con una omega descendiente de la realeza española.
Hasta llegó a escuchar que decían que tenía un hijo, que justo nació cuando entraba a la universidad y por eso tuvo que abandonarla por un tiempo.

Cada rumor más ridículo que el otro. YoonGi era la persona más pacífica que conoció, nunca se alteraba, con nada.
Se sentía culpable cuando alguna vez pensó algo similar, por su forma de vestir, imaginaba que sería alguien grosero y rudo. Y aunque fue su aspecto de fuckboy, lo que lo atrajo en un principio, el descubrír la dulce persona que era por dentro, fue lo que lo llevó a interesarse más en el.

---¿Haciendo el desayuno?. ¿Debo suponer que es el fin del mundo?.

La voz de JaeBeom lo distrajo de sus pensamientos.

---No exactamente. ---se limitó a responder mientras empezaba a picar unas fresas.

Vio un par de tutoriales de como darle una forma de rosas. Se veía sencillo, pero ahora que lo hacía, parecía todo menos una rosa. Incluso había perdido su forma particular de fresa.

El alfa rio bajó mientras despainaba la rubia cabellera y con otra mano robaba una de las frutas antes de ser destrozadas.

---Bueno sea lo que sea que intentes, se está quemando en la wafflera.

El Amor Que Olvidamos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora