OBSIDIAN ALPHA

Cap 13: Leander

Sentí su presencia permaneciendo junto a la puerta durante unos minutos antes de que ella se fuera. Me sentí como un completo idiota. Quiero decir, soy uno la mayor parte del tiempo, pero esto se sentía diferente. Se sintió muy destrozada cuando la eché. Apuesto a que pensó que la iba a poseer en ese escritorio pero no fue así. Sé que ella es inocente. No importa cuál sea su motivo oculto, sé que es virgen. Lo sentí cuando mi dedo entró en su apretado y húmedo coño. Nunca antes había sentido tanto placer castigar a alguien. Juego un poco brusco en el dormitorio, pero si lo pienso, nada fue más placentero para mí que lo que sucedió en esta oficina hace unos minutos. No desde que destripé a mi propio padre. No quiero ni pensar en ese incidente. Lo había enterrado profundamente en el fondo de mi mente durante años.

Mi pensamiento vuelve a Morena mientras me chupo el dedo para sacarle algo de sabor. Un sabor que fue directo a mis pantalones. Me pongo duro sólo de pensar en ella. Debo tenerla gimiendo esos gemidos sexys debajo de mí lo antes posible. Planeé usarla y lo aprovecharé al máximo antes de que llegue el momento de irse.

Para empezar, tenía muchas cosas en la cabeza y este deseo por Morena es lo último que necesito. Satisfaré esta picazón lo antes posible. Pero por ahora tenía otros asuntos que atender. Mi manada está constantemente amenazada por nuestros enemigos. Incluso las manadas que ni siquiera están cerca de nosotros quieren derribarnos. Somos una amenaza que todos quieren ser eliminados.

Primero debo ocuparme del asunto de Anna. Antes de enfrentarme a peligros externos, el orden en mi manada debe ser perfecto. Arriesgó su posición en la jerarquía de la manada por lo que hizo hoy. Aquí nadie da órdenes excepto yo y aquellos a quienes doy privilegios. La llamé a través del enlace de la manada. Le dije que tiene diez minutos para estar presente en mi oficina. Tuve que ir con mi beta para revisar los límites de la manada en busca de presencia rebelde y tenía que terminar con su asunto lo antes posible. Tenía otros planes para cuando llegue a casa más tarde.

Ella estuvo allí antes de que se terminara el tiempo que le habían dado y yo me alegré porque detesto la impuntualidad.

"¿Te gustaría explicar lo que hiciste esta mañana, Anna?" Exigí mientras ella se retorcía sentada en su silla frente a mí. Probablemente todavía estaba aterrorizada por nuestro último encuentro.

"Baby, parecías estresado últimamente. Así que pensé que podría ayudarte a relajarte un poco con la ayuda de esa chica. No se me pasó por la cabeza que te molestaría tanto". Dijo en voz baja. Tenía buenas relaciones con mi manada, pero eso no significa de ninguna manera que se les permita mostrar ni siquiera un atisbo de falta de respeto. Les costaría la vida si lo hicieran. Había demostrado lo despiadado que puedo ser en muchas ocasiones. No me gusta especialmente lastimar a mi propia manada, pero el orden es algo que no perderé.

"Espero que haberte follado un par de veces no haya dañado tu cerebro. Creí haber dejado claro que no hay condiciones. Estabas de acuerdo con eso. Se suponía que debías abrir las piernas para mí cuando te lo pida. Pero eso no te da privilegios, Anna." Grité la última parte. Lo que más odiaba eran los comportamientos de succión. Me irrita muchísimo.

"Pero pensé que teníamos algo especial entre nosotros. Quiero decir, pasabas las noches conmigo y no con tu pareja". Ella respondió con voz sumisa. Cada vez que gritaba, incluso sin mi voz alfa, toda mi manada se sometía a mí. Todos menos Morena. Ella dijo que mi voz alfa no la afecta y lo creo. Lo único que la hacía callada y sumisa era negarle ver a Rena. Su hermana es su debilidad y debo usar eso como palanca.

"Pensé que había dejado claro que me importan un comino las relaciones y que tú estabas en el mismo barco. Sólo éramos amigos con derechos, Anna. Si intentas acercarte a mí cuando ya no te busque de nuevo, pagarás. Da órdenes en mi nombre y pagarás por ello". Dije con calma. Podría haberla engañado cuando traté así a Morena delante de ella, pero no cometeré ese error en otra ocasión. "¿Estoy claro?" Pregunté de nuevo. Soy muy exigente con la gente que expresa sus necesidades.

"Sí, alfa. No volveré a portarme mal." Ella respondió. Sabía que había una insinuación oculta allí. Anna estaba familiarizada con mis necesidades entre las sábanas. La despedí y volví a mi trabajo. Tenía un montón de cosas que hacer. La mayor parte del tiempo paso la mitad de la noche en la oficina pero no tenía intención de hacerlo. Ahora tenía una chica tentadora y luchadora que explorar.