Capitulo 1: El Miserable

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En esta parte del libro, conoceremos a el primer personaje que ha experimentado una serie de circunstancias desafortunadas desde su nacimiento. Permíteme presentarte a esta encantadora figura, a quien llamaremos "La persona miserable" (sí, ese es su apodo).

Resulta que esta pobre alma nació en una humilde morada, donde sus padres, en su tierna adolescencia y con una capacidad mental limitada (ni siquiera podían hacer una simple multiplicación), decidieron desafiar las leyes de la lógica y prescindir de cualquier método anticonceptivo. ¡Brillante idea! Por supuesto, esto se convirtió en su mayor error.

El padre, además de ser un genio de la idiotez, también lo es de la irresponsabilidad, y abandonó a la familia sin mirar atrás. La madre, por su parte, se quedó sola, sin el apoyo de su familia, y fue señalada como una persona sin valor por su jovén embarazo. Como resultado, ella se sumió en la soledad, la depresión y encontró consuelo en el alcohol, el tabaco y las drogas (¡vaya combo!).

Cuando llegó el momento del nacimiento del pequeño (imaginemos que, por pura suerte, nació sano), su madre lo repudió, culpándolo por sus propias acciones estúpidas. Aunque, claro, ella fue quien no sabía cerrar las piernas o simplemente colocar un maldito condón en el pene de su pareja (lamentablemente, la educación sexual parece no haber sido su fuerte).

El niño llegó a este mundo en un hogar miserable, donde toda su familia lo consideraba el mismísimo vástago de Satanás. Como resultado, el niño desarrolló inseguridades que, sin duda, afectarían su personalidad en el futuro.

Luego, nuestro querido infante fue enviado a la escuela, donde desde su primer día se convirtió en el blanco de burlas. Su ropa raída, su mochila destrozada y su olor repugnante, en general, su lamentable situación debido a la falta de dinero y amor maternal, hicieron que fuera objeto de exclusión y desprecio. ¡Qué agradable ambiente escolar!

Debido a esta constante exclusión y odio, el niño fue acumulando más inseguridades. A pesar de que no había hecho nada malo, todos lo odiaban. Algo dentro de él lo hacía creer que él era el problema, que había cometido algún error imperdonable y por eso era repudiado por todos. No tenía ni idea de qué había hecho, pero aún así, se sentía culpable.

Así, el niño creció, sumando más inseguridades a su ya marginada existencia. Se encontró atrapado en una sociedad voraz, donde solo se le veía como un triste proletario, solo una piedra mas que podría ser pisoteada por aquellos sedientos de poder dispuestos a todo para alcanzar sus propios intereses.

Las dificultades económicas obligaron al niño a abandonar sus estudios, ya que su madre, incapaz de contenerse ni un instante, tuvo más hijos, dos de ellos con otro en camino. Con la responsabilidad de cuidar al recién nacido mientras su madre trabajaba para mantener a la familia, nuestro protagonista se vio privado de la oportunidad de completar la educación secundaria.

Finalmente, el niño creció y se convirtió en un adulto. Por diversas razones, no pudo retomar sus estudios, pero eso no detuvo el implacable avance del mundo. Ahora era hora de buscar un empleo, después de que su madre lo echara de casa a los 18 años. Y así, encontró un trabajo miserable como peón de albañil, donde apenas ganaba lo suficiente para alimentarse. Pero, curiosamente, él mismo piensa que se ha ganado esa situación por alguna razón desconocida. Como mencioné antes, ni él mismo podría decir cuál es esa razón, pero aún así, se considera culpable de todas sus desgracias.

En Busca Del Sentido: Reflexiones Sobre El Destino Y La ExistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora