Capítulo 15: Tártaro (Mitología Romana)

1 0 0
                                    

El Tártaro de la mitología Romana es un lugar igual de encantador que el de la mitología Griega, donde los pecadores eran enviados a pasar el rato. Según Virgilio en su Eneida, este lugar gigantesco está rodeado por un río flamígero llamado Flegetonte. Nada como un río de fuego para darle ese toque acogedor al paisaje.

Pero espera, eso no es todo. El Tártaro también cuenta con murallas triples para asegurarse de que los pecadores no se escabullan. Qué considerados, protegiendo el lugar para que nadie se pierda de la diversión infernal. Y para añadir un poco más de emoción, hay una hidra con cincuenta fauces negras que custodia la puerta chirriante del Tártaro. Nada como una buena dosis de monstruosidad para mantener a los visitantes en su lugar.

Una vez dentro, te encontrarás con un castillo majestuoso, con anchas murallas y un alto torreón de hierro. En la cima de ese torreón, encontrarás a Tisífone, la Furia de la venganza, azotando su látigo sin descanso. ¡Qué encanto de guardiana! Sin duda, te hará sentir bienvenido en este paraíso infernal.

Pero eso no es todo, porque en el Tártaro hay un pozo que se dice que es el doble de profundo que la distancia entre la tierra de los vivos y el Olimpo. Eso es bastante profundo. Y en el fondo de ese pozo, te encontrarás con los Titanes, los Alóadas y otros pecadores que han sido agraciados con su presencia. Seguramente, tendrán un montón de historias interesantes que contar.

Y no te preocupes, porque hay muchos más pecadores en el Tártaro, todos ellos castigados de formas similares a las que se describen en los mitos griegos. Es como una reunión de amigos malvados, todos disfrutando de sus merecidos castigos.

En Busca Del Sentido: Reflexiones Sobre El Destino Y La ExistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora