Miren a el Tártaro. Ese encantador abismo subterráneo descrito como "oscuro y situado en el fondo de la Tierra". Un lugar tan acogedor. Se podría decir que es el destino vacacional perfecto para los titanes y otros personajes notoriamente malvados. Qué maravillosa prisión de sufrimiento.
Según el brillante Fedón de Platón, el Tartaro era el lugar donde las almas eran juzgadas después de la muerte. Imagínate, un lugar donde obtienes lo que te mereces por ser malvado, es como una versión infernal de "justicia poética". Y en la Teogonía de Hesíodo, el Tartaro es uno de los dioses primordiales.
Desde el punto de vista cosmológico, el Tartaro era una región subterránea ubicada en las profundidades de la Tierra. ¡Un lugar tan acogedor y apartado! Es como el sótano oscuro y húmedo de la mansión celestial. Tan encantador.
Ahora, hablemos de los afortunados residentes del Tartaro y sus castigos personalizados. Tenemos a Sísifo, ese asesino y ladrón, condenado a empujar una roca colina arriba para luego verla rodar colina abajo por toda la eternidad. Una forma tan emocionante de pasar el tiempo.
Y luego está Ixión, el encantador individuo que tuvo la brillante idea de hacer caer a su suegro en un pozo ardiente para no pagarle los regalos de boda. Como castigo, pasa el rato girando en una rueda en llamas. Sin duda, una actividad emocionante para mantenerse ocupado.
Ah, y no olvidemos a Tántalo, el padre del año que sirvió a su propio hijo desmenuzado y hervido en un banquete para los dioses. También se le ocurrió robar comida divina y compartir secretos divinos. Como castigo, pasa la eternidad con sed y hambre, mientras un delicioso lago y un árbol frutal se burlan de él. Qué divertido.
Las Danaides también merecen una mención especial. Matan a sus esposos el día de la boda, ¡con un alfiler cada una! Como castigo, tienen la tarea interminable de transportar agua en cántaros perforados. Una forma tan emocionante de pasar la eternidad.
En el Tartaro también encontramos a Ticio, un tipo "encantador" que intentó violar a Leto. Como castigo, dos buitres le roen el hígado todo el tiempo. Seguro que es una experiencia inolvidable.
Y así, la lista continúa con personajes encantadores como Ascálafo, Salmoneo, Flegias, Anfión, Pirítoo y los Alóadas. Cada uno con su propio castigo personalizado en el increíble y acogedor Tartaro. Es como un parque temático infernal.
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En Busca Del Sentido: Reflexiones Sobre El Destino Y La Existencia
Espiritual¡Atención a todos los que se sienten perdidos en esta vida miserable y sin sentido! Si alguna vez te has preguntado si hay más en la vida que simplemente existir y pagar facturas, entonces este libro puede ser justo lo que necesitas... o tal vez no...