Se preguntarán por qué di una introducción tan larga presentando a estos tres personajes, ¿verdad? Pues bien, la respuesta es simple: ¡imaginen la siguiente situación!
Imaginemos que en su asqueroso trabajo como peón, nuestro chico miserable asiste al albañil en la construcción de una casa. ¿Y para quién es esta casa? Nada más y nada menos que para la chica muda. La construyó para que pudiera estar más cerca de su lugar de trabajo, que casualmente es el negocio de ese chico que se baña en dinero. ¿Interesante, ¿no?
Pero ahora, permítanme captar su atención con una propuesta aún más intrigante. Vamos a llevar a cabo un experimento mental: hagamos que cada uno de estos personajes se suicide y observemos los resultados que esto tendría en la vida de los demás. ¿Emocionante, verdad?
Si el miserable decide quitarse la vida, eso significaría que el albañil se quedaría sin su fiel peón. Como resultado, la construcción de la casa de la chica muda se retrasaría, lo cual sería un problema para ella, ya que debido a su dificultad para hablar, le resultaría complicado comunicarle su destino a un taxista. Esto podría ocasionar que llegue tarde a sus compromisos y, tal vez, hasta recibir un regaño del idiota con dinero. ¡Vaya tragedia! Y tal vez esa tristeza la distraiga y sufra un accidente, lo que podría empeorar su estado de salud o, incluso, dejarla con una discapacidad adicional. ¡Qué desgracia!, ¿verdad?
Dado este escenario, la pobre chica no podría trabajar, lo que posiblemente llevaría al cierre del área en la que se encuentra y, como resultado, la empresa perdería ganancias. Además, la perra adinerada ha derrochado su dinero en trivialidades, lo que significa que no le queda suficiente para cubrir las pérdidas. De a poco, esa empresa se iría a la quiebra y tanto el chico con dinero como la chica terminarían sucumbiendo a la depresión y, sí, se suicidarían.
Quizás estoy exagerando un poco, pero todo puede suceder. Las probabilidades de algo pueden ser bajas, pero nunca llegan a ser cero, ¿verdad?
Ahora, imaginemos que es la chica muda quien decide quitarse la vida. ¿Qué ocurriría entonces con el trabajo del chico adinerado? Lo mismo que en el ejemplo anterior, Pero, ¿qué pasa con nuestro querido miserable? Habría perdido horas de su vida trabajando arduamente en una obra que nunca se completaría, sin obtener dinero para sobrevivir. El trabajo no llegaría y él no obtendría dinero, y dado que todos lo han abandonado, no tendría a quién pedirle ayuda. Poco a poco, su vida se iría apagando hasta morir por inanición.
Ahora bien, si el chico rico decide suicidarse debido al vacío existencial y a la banalidad de su miserable vida, esto podría tener un efecto en la empresa, que perdería acciones y se encaminaría hacia la quiebra. Como resultado, la chica muda quedaría desempleada, se pausaría la construcción de su hogar y el miserable no obtendría dinero para comer, ya que no le pagarían debido a la falta de trabajo. Todo esto nos llevaría a una muerte lenta y dolorosa por inanición.
¿Y qué quiero lograr con todo esto? Bueno, los invito a continuar leyendo para descubrirlo en el siguiente capítulo...
ESTÁS LEYENDO
En Busca Del Sentido: Reflexiones Sobre El Destino Y La Existencia
Espiritual¡Atención a todos los que se sienten perdidos en esta vida miserable y sin sentido! Si alguna vez te has preguntado si hay más en la vida que simplemente existir y pagar facturas, entonces este libro puede ser justo lo que necesitas... o tal vez no...