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MIRE A ALEX CONFUNDIDA Y SU CARA DE PREOCUPACIÓN ME HIZO RECORDAR QUE EL vestido que me había "regalado" en navidad lo había usado cuando Aron intentó abusar de mi.
Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas y tomé el vestido y lo empecé a romper.
- ¡Aisha! - Alex me tomó de las manos y me hizo verlo - Tranquila - Me sentó en la cama y limpió mis lágrimas - Vas a buscar un lindo vestido y te lo pondrás para ir a ese baile y olvidar todos tus problemas.
- No quiero - Baje mi mirada.
- Lo harás - Me sonrió - Y yo te acompañaré y podrás ver a tus amados - Sonrió maliciosamente.
- Bien - Limpié mis mejillas y me dirigí a mi clóset en busca de un hermoso vestido.
Elegí un vestido color azúl agua muy hermoso y se lo enseñe a Alex y este asintió.
- Se te verá hermoso - Me sonrió tiernamente.
- Alex - Lo mire seria.
- ¿Dime preciosa? - Se acomodó en mi cama.
- La próxima luna llena está cerca - Mordí mi labio inferior nerviosa - Sabes lo que significa.
- Tranquila no me voy a convertir en tu sala pequeña - Soltó una risita - Iré al bosque y seré libre.
- Cualquier cosas avísame - Le sonreí.
- Ahora vamos a vestirnos.
Alex fue a su cuarto por su traje y regreso al mío en espera de que yo saliera del baño.
Mientras me duchaba el terrible dolor en mi abdomen no me dejaba ducharme tranquilamente y el ardor en mi muñeca seguía ahí.
Salí de bañarme y Alex entró al baño para ducharse mientras yo me vendaba el abdomen y mi mano y también tomé unas pastillas para el dolor y después me puse el vestido.
Mi teléfono empezó a sonar y lo tomé para contestar.
- ¿Hola?.
- ¡Ais! - La voz de Caroline resonó.
- ¿Qué sucede? - Me acerqué al tocador de mi cuarto y me senté.
- ¿Irás al baile? - Juraba que mordió su labio nerviosa.
- Si - Saqué la joyería que me regalaron los Mikaelson - Alex vendrá conmigo.
- Te recomiendo que salgas de tu casa ahora mismo o los Salvatore irán a impedir que vayas - Sin más Caroline cortó la llamada y fruncí mi ceño.
