Vacaciones... ¿¡Pagadas?!

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Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, son propiedad de Masami Kurumada. Los personajes extras así como la trama original y diálogos del fic sí son de mi pertenencia. Fanfic protegido por DMCA, SC, e Inda. Disfruten el fic.

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Vacaciones... ¿¡Pagadas?!

Athena miraba con la boca fruncida y la mirada inquieta su hermoso santuario.

Esta vez, al igual que con Julián don Pose, Diosa y Adolecente estaban mirando por esos ojos verdes.

Si bien Saori no era un recipiente sino la mismísima encarnación de la Diosa Athena, la bipolar a veces hacia más clic con su lado adolecente que con su sabiduría de Diosa, pero esta vez, la Diosa y la niña estaban juntas y ambas coincidían en una sola cosa.

Su santuario, ese recinto, ese complejo de enormes y maravillosas proporciones dedicado a ella, estaba hecho un cuchitril. ¿Podía una Diosa tener un santuario en tales condiciones?....

¡DEFINITIVAMENTE NO!

No sólo era el santuario dedicado a ella, estaban los divinos y sagrados doce templos de las maravillosas doce constelaciones que tan importantes eran para la humanidad. Cuando recién construido en la era del mito, había sido uno de los lugares más esplendorosos de la Tierra. Incluso en un concurso le había ganado el primer premio al santuario de Poseidón. Pero... luego de tantas guerras santas los templos estaban hechos una piltrafa. Se habían hecho algunas reparaciones sí, pero, no una restauración total, si hasta el yacusi de Géminis se había estropeado hacia poco y le había salido carísimo repararlo y todo porque era patrimonio de la humanidad por ser tan viejo...

¡Viejo! Su hermoso santuario ya se había puesto viejo... Y las ordenanzas oficiales eran "O lo repara de acuerdo a los requerimientos de gobierno con restauradores oficiales (y cientos de millones de euros) o lo tira todo y lo reconstruye otra vez. Así, en cien años no tendrá que pedir permiso al ayuntamiento para hacer una remodelación"

Athena se lo pensó... No quería pagar reparadores oficiales, pues se tardarían una eternidad y sería en exceso costoso, pero... ¿destruirlo? ¿Comenzarlo de cero? Y... ¿dónde quedarían esos magníficos templos, grabados y arte de inicios de mito?

La Diosa se mordía las uñas cada noche y era causa de ojeras el pensar y pensar qué hacer. Pero aquel día se decidió.

¡El mugroso de Poseidón aprovechando que estaba bajo el mar en aguas internacionales y más aún, oculto, había comenzado las reparaciones de su santuario submarino!

¿Ella se iba a quedar atrás? ¡NO! Así que consultando a sus abogangsters le recomendaron sobornar al de la UNESCO para que la dejara hacer y deshacer a su gusto sin reportar nada, y así hecho aunque caro le salió, no había tenido que dar ambos ojos y los del resto de su orden para pagar lo que hubiera costado reparar el santuario de forma legal.

Con todos los permisos conseguidos (corrupción aparte) Saori daba luz verde a su proyecto: ¡Repararía todo el santuario!

Cuando aquella mañana Shion fue notificado y viendo los planos y planes, sudaba frio y sentía acelerado el corazón por la preocupación, indignación, vacilación y muchos otros "on" que lo invadían. El santuario era sagrado, cada roca y granito de arena ahí tenían una historia valerosa que contar, pero esos granitos y piedras habían sido barridos y tirados a la basura esa tarde cuando una cuadrilla de personal del ayuntamiento llegó con escobas, barredoras eléctricas y montacargas, aclarando el camino hacia las doce casas de tanto escombro.

La vida en el Santuario y AnexosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora