Así en el Averno como en el Hades...

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Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, son propiedad de Masami Kurumada. Los personajes extras (y el meme) sí son de mi pertenencia. Disfruten el fic.

*..*..*

Así en el Averno como en el Hades...

(de números y letras rojas)

*...*...*

Números rojos, otra vez... Y este mes fue peor que el anterior.

- ¡Esto sí ya es el colmo! ¡Pero ese papanatas me va a oír, al demonio con el papeleo!

El Dios del Inframundo griego enfundado en su túnica tinta descendió a los infiernos de otro señor de las tinieblas. Ahora sí lo iba a escuchar.

Y en lo que dura un suspiro, Hades estaba frente a unas hermosas e inmensas puertas de mármol talladas al alto relieve que ostentaban ángeles caídos, el purgatorio, almas en pena y cientos de demonios tallados de la forma más sublime que se hubiera visto. El Dios estaba a punto de tocar cuando ambas puertas se abrieron por sí solas produciendo un sonido impresionante.

Nada más abrir una explosión de gritos y... ¡música? Desbordaron sus oídos.

Sí necesitas reguetón dale, sigue bailando mami no pares, acércate a mi pantalón dale...

Hades encontró en el interior lo que parecía ser una fiesta llena de sexo, alcohol, desenfreno y promiscuidad... Además de una maravillosa producción.... Luz y sonido, llamaradas impresionantes, un DJ sobre un monte de lava ardiendo... aquello era... Muy similar a Ibiza en verano...

De pronto un elegante hombre de traje negro lo abordó.

- Disculpe señor, su nombre por favor.

- Ee... Hades...

- Veamos... lo siento no está en la lista.

- ¿Lista? ¿Cuál lista?

- La lista de los recién llegados. ¿Cuáles fueron sus pecados?

- ¿Cuáles pecados?

- Usted no puede de ninguna manera ser un santo, o no estaría aquí, estaría con San Pedro, el portero de allá arriba –dijo señalando con un dedo hacia el cielo –así que confiese y podremos darle un mejor servicio.

- Que servicio ni que nada, vengo a ver a Lucifer.

- Sí, todo mundo viene a verlo, pero primero sus pecados.

- Ya le dije que yo no soy pecador, seré el Dios del Inframundo pero soy una persona muy justa y recta. ¡Ahora háblele a su patrón que me canso rápido de estar parado!

- Ah ya voy entendiendo –dijo cambiando su actitud amable por una defensiva –con esa actitud ya sé lo que es usted y cuál será su castigo.

- ¡Castigo? ¡A mí? ¡Qué no sabe quién soy yo? ¡No tiene idea de con quién se está metiendo!

- Claro que sí. Seguridad –dijo sacando un radio –tenemos un 2-2 en proceso en la puerta principal, repito, Político recién llegado en la entrada principal.

- ¡Político? ¡Cómo se atreve, esa ofensa sí no se la paso!

Hades estaba a punto de desencadenar su poderoso cosmos divino cuando...

- Tranquilos, tranquilos, yo me encargo Mephisto.

- ¡Vaya hasta que te apareces!

- Mide tus modales alma condenada –amonestó el hombre de traje –un politiquillo no es nadie para hablar de forma tan altanera al gran señor de las Tinieblas.

La vida en el Santuario y AnexosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora