Francia!

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Señores y señoras, nos aproximamos al norte del hexágono francés.
Vayan recogiendo sus aparatos electrónicos y/o pertenencias para el aterrizaje.
Debido al mal tiempo atmosférico el aterrizaje será algo forzoso, pero ante todo, calma por favor.

Pin, pin, pin...

El anuncio por megafonía sonó de nuevo en distintos idiomas: en español, en francés, en inglés...

Aquel anuncio hizo que me estremeciera, pero supongo que nadie lo notó.

Connor se giró hacia mí, pero yo miré a Sebastián y lo ignoré.

Connor habló con un tono más agradable esta vez.

-¿Me estás evitando?¿Qué te pasa?-cambió de expresión-¿Te encuentras bien?¿Te duele algo? ¡Contéstame!- agitó mi asiento- ¡Eh!¿Lenni?

Que raro estaba Connor. Parecía preocupado por mí. Decidí contestarle.

-Sí, estoy bien, ¿puedes dejarme tranquila, por favor?-le reproché.

-Bueno, si te pones así...

Se dio la vuelta y me ignoró durante todo el vuelo.
Entonces el avión se movió bruscamente, ¿Qué rayos pasa?

-¿Es-to es nor-mal?-titubeé por las turbulencias.

Connor me miró.
Me sentí algo avergonzada.
Y más todavía cuando me seguía mirando.
Y más.
Y más.
Y más.

¿Por qué me sentía así?

Decidí para tranquilizarme hacer un pequeño dibujo.

Dibujo===>

Orgullosa de mi trabajo, de mayor seré ilustradora, lo tengo clarísimo desde pequeña

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Orgullosa de mi trabajo, de mayor seré ilustradora, lo tengo clarísimo desde pequeña.

Connor me mira. Le ignoro. Mi concentración está en acabar de pintar de amarillo el final de la cola de Evee.

...

Aterrizamos y cada uno baja del avión. Yo estaba más tranquila por haber salido de allí. Lejos de Connor.

-Ah...- suspiré al bajar.

Vi a Luk y Connor bajar también del avión, Sebastián se me acercó seguido de su Evee.

...

Pasado un rato me fui del aeropuerto sintiendo la mirada fija de Connor.
Como soy una persona educada lo saludé y salí de allí de camino a mi piso.
Que emoción sentía de vivir sola en mi propio piso.

Tranquila estaba yo pensando en mi futuro hasta que de pronto ya no sabía donde estaba. Como era de esperar, me había despistado y no sabía donde estaba.

Me preocupé, pero no hizo falta porque entonces recordé que tenía GPS. Saqué mi móvil del bolso.

Suspiro*

Sin batería, ¿por qué a mí? Justo cuando lo necesitaba...

-¡Hola Lenni!-escucho detrás.

Me giro y veo a Sebastián. Le saludo (con la mano del teléfono (accidente)) y ve que tengo 0% de batería.

-¿Pasa algo?-dice.

-Bueno, es que no sé como llegar a casa...

-No te preocupes, suele pasar. Si quieres puedo ayudarte. Te acompaño, ¿en que calle es?

Le digo la calle y Sebastián me acompaña hasta mi piso.

-Me ha gustado el paseo, ¿quieres quedar mañana? Te paso mi número de teléfono, ¿te acordarás?

-Posiblemente no, jeje...

-No pasa nada, te lo escribo.

Sebastián saca una nota de papel y me la entrega.

- No te olvides, ¿eh?

-De acuerdo.

-¡Adiós Lenni!- y se va.

-¡Hasta pronto Sebastián!

Me despido de él, saco las llaves y entro en el piso. Me meto en el ascensor y espero hasta llegar al tercer piso, letra C.

Por fin en casa, calentita y a gusto.
Y mañana quedo con él. Me parece una buena persona. No tengo queja.

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Gracias por seguir leyendo mi historia y por seguir apoyándome. Os quiero mucho lectores.

Me alegra mucho que os gusten mis capítulos y especiales. Y más mis dibujos, en este capítulo había 3

¿Adivináis cual me costó más?

Ponedlo en los comentarios y mañana os digo cual fue.

(No habrá más capítulos hasta que me contestéis a la pregunta, Muejejejeee, los guardaré en borradores si hace falta).

Un beso,

Lenni

:)

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