CAPÍTULO 4: INMORTAL

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-Desde muy temprana edad, Houzi, el mono inmortal, tuvo un don y poderes impresionantes, ya tan sólo con tres meses habla de manera fluida, podía escribir y resolver ejercicios matemáticos, y por supuesto, tenía talento en el Kung-fu, pero no contento con eso, parecía que el niño venía del mismo cielo, pues sabía técnicas nunca antes vistas, usando lo que el llamaba, energía espiritual, no era sólo Kung-fu, ni era la energía del Chi, era el perfeccionamiento espiritual del alma, algo sólo logrado por los iluminados, pero nada parecido a este joven. Él se mantuvo en silencio muchas veces, para derrepente hacer algo de inmediato sin razón, él lo llamaba, ganar experiencia para el alma, el joven Haozi, rápidamente se volvió querido entre la gente que lo llegaron incluso a adorar como a un Dios. Los cielos, atentos a este joven lo ascendieron a los cielos y le concedieron la inmortalidad, no volviéndose un Dios, si no, el primer ser inmortal que podía caminar por la tierra y el cielo cuando le plazca, Haozi paso más tiempo en la tierra que en el cielo, ya que le gustaba ayudar a la gente, pero llegó un punto en su inmortalidad que lo llenaron de aburrimiento, el dolor y los problemas de la gente nunca acababan ni acabarían, por esto Haozi subió a los cielos dispuesto a cambiar esto, pero el cielo se lo negó, pues la vida mortal debía ser así, el alma debía aprender para poder llegar un día a ser un ser inmortal, Haozi estuvo molesto, pues no quería ayudar más a la gente, le cansaba la estupidez de los mortales, no podía más, así que decidido, mató a su aldea entera con la excusa de que si no lo hacía él, lo harían otras personas, ellos mismos o él destino. El cielo se arrepintió de la decisión que había hecho, pues convertir en un ser inmortal a aquel amable mono, arruinó su alma junto con su corazón, trataron de quitarle su inmortalidad, pero ante todo pronóstico, el ahora ser inmortal, se había vuelto más fuerte, y venció a los cielos para comenzar a vagar por el mundo, hasta que un día, sintió un poder interesante y muy poderoso en el sureste de China, una bebé tigre que podría animarle su eterna existencia, pero al serle negado su deseo, destruyó el reino de la pequeña tomándolo por la fuerza. Los cielos esta vez no iban a quedarse callados, así que lo encerraron en una estatua de piedra, pero apesar de esto, Haozi, aun podía usar un poco sus poderes inmortales, liberándose 24 años después de su prisión, dispuesto a terminar lo que empezó, se casaría con aquella tigre y su descendencia reinaría el mundo mortal. Tal vez así, su aburrimiento por fin terminaría. -

EL DESTINO DEL KUNG-FU - POXTIGRESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora