1. Lo que fue y será

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Desde que era pequeña me volví muy cercana a Georg Listing, nuestros padres se llevaban muy bien y les encantaba vernos juntos, decían que éramos adorables.

Me encantaba jugar con muñecas y Georg siempre jugaba conmigo, eramos niños a los cuales no les importaban los prejuicios de la sociedad y porsupuesto yo jugaba con el a los carritos, o aveces hasta llegábamos a hacer pasteles de tierra.

Siempre quise tener un hermano mayor que me protegiera de todos, que fuera mi defensor con niños mayores, pero eso jamás se me cumplió, debido a que mi mamá no pudo volver a embarazarse después de mi por complicaciones en el parto.

Aunque debo decir que eso cambio hasta que lo conocí a el, aunque no lleva mi sangre lo considero mi hermano, porque siempre actuó como tal y estoy totalmente segura que el sentimiento es mutuo.

Cuando tenía aproximadamente 7 años mis padres y los de Georg nos llevaron a un parque cerca de casa y ocurrió un pequeño incidente.

Recuerdo perfectamente como fue.

―Bajate de ese columpio, yo estaba jugando ahí!― Dije enfurecida.

―No lo haré!― Dijo el niño desconocido mientras se columpiaba rápidamente.

―Nosotros estamos jugando aquí, no la escuchaste?― Dijo Georg acercándose al niño.

Cabe destacar que Georg es tres años mayor que yo, así que si, realmente es como mi hermano mayor.

El niño hizo caso omiso a lo que Georg le dijo y justo cuando iba a desatarse una pelea de niños nuestros padres nos llamaron para irnos.

Simplemente le enseñe la lengua al niño desconocido y me dirigí hacia el auto.

Me causa cierta ternura imaginar a Georg quitando a un niño de un columpio por mi, cuando claramente había más.

Debo confesar que yo estaba encaprichada con ese columpio en específico, no lo sé, siempre que íbamos creía que era mío, y estoy segura que a muchas nos pasa, como cuando te subes todos los días a un mismo camión y crees que un asiento en específico te pertenece.

Conforme pasaron los años nuestra amistad se fortaleció más y más, nunca dejamos de tener contacto alguno.

Cuando tenía 15 años me presento con sus amigos: Gustav, Bill y Tom, con los cuales conforma la banda "Tokio Hotel".

Aunque de cierta forma dudó en hacerlo ya que como mencioné, ellos son una banda famosa y es algo realmente complicado que puedan conocer y formar amistad con cualquier persona, más que nada por su seguridad.

Debo admitir que desde el momento en que cruce la puerta de su departamento para conocerlos quedé flechada por Tom Kaulitz, el guitarrista de su banda, aunque era evidente que el no sintió lo mismo por mi en ese momento.

Creo que en ese entonces estaba saliendo con alguien más, hasta el momento nunca lo supe con certeza.

Los comenzamos a ver con más frecuencia y lo que sentía por Tom se fortalecía más.

Conforme pasaba el tiempo comencé a llamarlo "Tommy" me parecía un sobrenombre tierno, pero eso le molestaba demasiado, aunque en realidad no me importaba mucho.

Sus ojos, sus labios, sus rastas y ese piercing que tiene en el labio me volvían loca definitivamente, pero inconscientemente sabia que el no sentía lo mismo por mi.

Fue así durante un año y el jamás me miró de otra forma, así que de cierto modo me di por vencida, no insistí más y me fui alejando de el.

A los 16 años me mudé con mis padres a otro país y eso me sirvió para dejar de pensar en el en todo momento.

Siempre fui la adoración de mis padres y ellos también lo eran para mí, desde que fui pequeña me demostraron su cariño con actos más que con cosas materiales y era muy feliz por eso.

Nuestro estatus económico no era tan bajo pero tampoco éramos millonarios, digo, tuvimos dinero para mudarnos a otro país entonces éramos clase media.

Los 18, el peor cumpleaños de mi vida.
Cuando mis padres murieron en ese accidente sentí que una parte de mi se fue con ellos, y era evidente, eran los mejores padres del mundo.

La llamada del hospital que llegó a mi celular desgarro por completo mi corazón, todo por la irresponsabilidad de un hombre que iba manejando en estado de ebriedad, el me los quito para siempre, ellos eran lo único que tenia y en ese momento me quedé sola para siempre.

Tuve dos alternativas, dejarme hundir en el profundo dolor que sentía y salir adelante para perseguir mis sueños.

Así que tome una decisión, y estoy segura de que es lo que mis padres hubieran querido para mí.

Desde esa edad comencé a trabajar en las empresas que mis padres me heredaron y poco a poco fui saliendo adelante hasta que logre convertirme en la cabeza de todas esas empresas.

Actualmente tengo 19 años y logré entrar a la Universidad que quiero, aunque no encontre sentido seguir viviendo allí sin mis padres, ellos eran mi motivo para seguir adelante en ese lugar y ahora que no están, creo que es momento de volver a mi antiguo hogar.

He decidido regresar a Los Angeles dónde se que al menos tengo a mi mejor amigo, el cual estoy totalmente segura se alegrará de volver a verme después de años.

Comencé mi papeleo en la Universidad para cambiar de Institución y regresar lo antes posible a Los Angeles.

Todo salió mejor de lo que esperaba, en menos de lo que pensaba ya iba de regreso y obviamente en el camino me puse en contacto con Georg.

En cuanto le di la noticia se puso muy feliz y no se si fue coincidencia, pero tendría una fiesta a la cual claramente me invitó.

Estoy algo cansada así que lo más seguro es que no vaya a esa dichosa fiesta, donde seguramente habrá puras personas famosas o de ese círculo, es un poco incómodo.

―No estoy muy segura de querer ir Georg― Dije en el mensaje.

―Estará la banda y quiero que vayas conmigo― Me respondió.

―Lo pensaré― Le escribí mientras iba llegando a mi departamento.

Subí a mi recámara y comencé a acomodar mis cosas mientras tanto.

ᴛᴏᴍ ᴛᴇ ᴏᴅɪᴀ, ᴏ ǫᴜɪᴢᴀ́s ɴᴏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora