después de un trágico accidente que se cobra la vida de sus padres el pequeño hanagaki es trasladado a un orfanato donde se reencuentra con su mejor amigo y conoce a el rey.
la sangre no importa, los lazos si.
Tras su conflicto con izana Takemichi abandono el lugar y decidió romper todo lazo que los unía, hanagaki saldría corriendo por las calles hasta que se canso.
— Maldita sea, ni siquiera guarde mis cosas y no traigo dinero -miro a sus lados viendo que estaba solo y perdido- ¿qué es este lugar?
Takemichi había llegado a un viejo puente, abajo de este puente había una pequeña y vieja casa sucia, Takemichi entro y por suerte la casa estaba abandonada. Sin tener opción pasaría la noche aquí y para mañana intentaría encontrar una solución a sus problemas.
Recuerdos
Los tres habían terminado de discutir sobre su futuro reino, habían construido un castillo de nieve y se acostaron boca abajo dejando solo sus piernas afuera, izana saco un papel para mostrarles sus trabajos y como manejarán a tenjiku.
Izana obviamente seria el rey, Kakucho termimo siendo el siervo y Takemichi fue nombrado el bufón de izana por el mismo izana que solo se reía al escuchar las quejas de su "siervo" Takemichi se le lanzó encima pero izana le ensucia la cara de nieve.
Después de algunos forcejeos los dos terminan cansados y tirados en la fría nieve.
Kakucho se acuesta en el medio de ambos.
— Héroe -izana soltó esa palabra como si nada- Takemichi tu serás el héroe que protege y cuide nuestro reino cuando nosotros no estemos
Takemichi mirando el cielo sonrió alegremente, ser un héroe es mejor que ser solo un bufón.
— entendido, protegeré a tenjiku sin importar que
Takemichi fue proclamado héroe bajo la guardia de izana.
Kakucho se alegro de que con sus trabajos ya listos lo único que debían hacer era prepararse para que el día de mañana fuesen lo más fuertes posibles para construir a tenjiku.
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Al despertar
Sin ánimos ni ganas abrió sus ojos al haber soñado con un viejo y ahora amargo recuerdo de su infancia, se levantó con un gran dolor en sí espalda por dormir bajo el piso de madera podrida, tuvo suerte de no caer.
Takemichi saldría a buscar que hacer, no tenía dinero ni comida así que se las debería de apañar el solos.
Lamentablemente para el no podía quedarse en esa casa, sabía perfectamente que este aún era territorio de izana y eso podía significar peligro a futuro, Takemichi tuvo que seguir huyendo para nunca más cruzarse con izana.
El pelinegro viajo en un tren hasta quedar lo más lejos posible, terminando en shibuya donde sabrá dios como se las hiba a arreglar.
Por suerte hiba bien vestido ¿no?
Takemichi camino yendo de local en local pidiendo trabajo, nadie lo quería por tener pinta de vándalo así que lo echaron, se podría decir que fue un mal día pero digamos que por obra del destino Takemichi terminó consiguiendo un trabajo, pero no del mejor estilo.
