Capítulo 9: la señora Irasue

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En el capítulo anterior:

—¿Qué haces aquí?—preguntó con un notorio fastidio.

—¿Esas son formas de recibir a tu madre, hijo mal agradecido?—habló ella de la misma manera, sí, definitivamente eran madre e hijo.










Rin esperaba sentada en el comedor, algo ansiosa, ¿quién sería y por qué Sesshomaru tardaba tanto? Seguramente era la novia del doctor, la señorita Kagura. Llevó un bocado de comida a su boca, se levantaría en un segundo a servirle a la señorita Kagura, para que se sentara a comer amenamente con ellos. Cuando, de momento, escuchó pasos y una risa a sus espaldas la sorprendió, haciéndola girar para buscar al dueño de dicho sonido, encontrándose con una alta y esbelta mujer, de tez blanca y pelo blanco, con unos bellísimos ojos dorado, era idéntica a Sesshomaru.

—Ya veo— habló aquella mujer, con una expresión burlona, escaneó de arriba hacia abajo a Rin y luego miró a Sesshomaru—¿por esto no querías darle el paso a tu madre?— señaló a la chiquilla—¿ahora estás saliendo con niñas?— dijo en forma de reproche.

En el momento en que Rin escuchó aquello se atragantó con la comida que aún tenía en la boca, tragándola de golpe y empezando a toser escandalosamente.

Sesshomaru frunció el ceño y miró mal a su madre, para luego posar su mirada en Rin, hablando finalmente—no digas tonterías, madre—caminó hacia la chiquilla, pasándole un vaso de agua que había en la mesa, para que tomara un poco y así cesara la tos.

—Es lo que faltaba—siguió hablando la mujer, con ironía en su tono de voz— que a mi hijo le gusten las menores de edad— siguió atacando Irasue.

Rin quiso hablar, aclarar antes que nada, que, efectivamente, ella no era menor de edad, pero Sesshomaru la interrumpió.

—No soy un depredador sexual, no me gustan las niñas—dijo con claro fastidio—¿qué es lo qué haces aquí? ¿A qué viniste? —dijo deseoso de que se marchara rápido de su casa.

—Hijo mío, tu padre me mandó aquí para conversar unos asuntos de los negocios familiares, me dijo que no respondes a sus mensajes.

Sesshomaru giró los ojos y empezó a caminar fuera del área del comedor, invitando a su madre a que lo siguiera, para así poder hablar en un lugar a solas, pero su madre se negó.

—¿No piensas invitarme a comer? Que maleducado Sesshomaru, ¿cierto niña?—se dirigió esta vez a la chiquilla.

Rin asintió sin saber que más hacer, se levantó rápidamente de la silla donde estaba y miró a Irasue antes de hablar: —le serviré un plato de comida ahora mismo, siéntese por favor— dijo Rin con una sonrisa.

—No—dijo tajante Sesshomaru—hablaremos lo que debemos y te irás—Sesshomaru se dirigió a su madre.

—Que hijo tengo, Dios mío...—suspiró y sin ponerla caso a Sesshomaru se sentó— niña, sírveme.

Rin rápido sirvió un plato y se lo ofreció.

—Ahora siéntate niña—siguió hablando la mayor—¿tú cocinaste?—preguntó y Rin asintió—no está mal—comentó luego de probarlo—Sesshomaru siéntate y acompáñanos, preséntame a la niña—dijo con una sonrisa con clara intención de molestar a su hijo, y Sesshomaru lo sabía.

Se hartó totalmente de la situación: —Rin—habló Sesshomaru dirigiéndose a la menor— danos privacidad, por favor.

Rin asintió, se paró del lugar, retiró su plato de la mesa y se marchó, dejándolos solos. Caminó hacia la habitación en donde se estaba quedando, y se puso a pensar en los papeles que debía llevarle el día siguiente al agente encargado del caso de su familia, le pediría ayuda Sesshomaru, después de todo probablemente él mismo hizo su ingreso en aquel hospital, pero, ante todo pronóstico, le daba cierto tipo de vergüenza, o miedo, pedirles aquellos papeles, ¿sabría él que ella fue abusada? ¿Le habrán realizado aquellos estudios? No lo recordaba.

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⏰ Última actualización: Oct 26 ⏰

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