² Pretty and gray eyes

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Para Abby, la vida no era fácil, mucho menos considerando que cada que volvía de Hogwarts para su hogar debía ir a terapia para evitar recaer en una tristeza como se le había explicado

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Para Abby, la vida no era fácil, mucho menos considerando que cada que volvía de Hogwarts para su hogar debía ir a terapia para evitar recaer en una tristeza como se le había explicado.

No quería tomar decisiones, no quería acercarse a la gente que amaba, esperando a que algún día se den cuenta de lo mal que podía llegar a sentirse. Que el vacío que penso que había dejado atrás, junto a los recuerdos que en algún momento elimino de si, volvieran con mucho más fuerza.

Quería ver a todos feliz, inclusive si habían sido malos con ella, queria que cualquier momento que los hiciera felices no acabará y quería sentir que estaba haciéndolo bien por una vez en su vida, pero no estaba bien. Nada estaba bien. Ella no estaba bien y no podía hacer más, que estar ahí de expectante en la felicidad que muchos podían sentir.

En el tumultuoso de su paisaje emocional de alguien como ella con trastorno límite de la personalidad, cada día es un viaje por aguas turbulentas. Amanece con la incertidumbre de qué versión de sí misma despertará: ¿la persona llena de confianza y euforia, o la que se siente atrapada en la oscura habitación de la desesperación?

Las relaciones son como una danza en la cuerda floja, oscilando entre la idealización apasionada y la devaluación amarga. El miedo al abandono se cierne constantemente en ella, tejiendo una red invisible que enlaza cada interacción. Las emociones, intensas como tormentas, chocan y desatan olas de impulsividad. Es como vivir al borde de un volcán emocional, donde la ira puede erupcionar en un instante, seguida de arrepentimiento y dolor.

Su identidad es un espejo fracturado, reflejando fragmentos cambiantes de quién se supone que es. La autopercepción es una maraña de contradicciones, y la búsqueda constante de validación puede llevar a giros dramáticos en el camino de la autodestrucción o la autorrealización.

En la terapia, Abby luchaba por empezar a tejer hilos de estabilidad emocional, intentando reconstruir el puente que conecta los extremos de su personalidad. El viaje es desafiante, pero no está exento de esperanza. A medida que aprenden a surfear las olas turbulentas de sus emociones, buscan una calma interior, anhelando una vida que no esté definida por la inestabilidad, sino por la autenticidad y la aceptación.

Es difícil para ella hacer amigos, solo tenía a tres personas las cuales sobrellevan y la ayudan a sobrellevar sus recaídas. Tenía a su hermano mayor, el cual siempre la amo y protegió de todo y todos. También su mejor amigo, Barty, aquel lindo chico que siempre le regalaba sus flores favoritas el día de su cumpleaños, y a primera hora le llevaba el desayuno a su dormitorio. Y su mejor amiga, aquella rubia de carácter fuerte que amaba como una hermana, de una casa distinta de la suya pero que aún así, hacía lo imposible por verla feliz y viceversa.

Aquello por lo que luchaba, podía manifestarse con emociones intensas, impulsividad y relaciones interpersonales inestables. Abby experimentaba el miedo al abandono, dificultades para mantener una imagen clara de sí misma. Podía alternar entre idealizar y devaluar a los demás, así como tener cambios de humor significativos.

𝐋𝐈𝐄𝐒; Regulus Black ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora