¹ The wolf and the sheep

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Regulus Black, el orgullo de la famosa y prestigiosa Familia Black

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Regulus Black, el orgullo de la famosa y prestigiosa Familia Black. El siendo el menor, un orgullo al igual para la casa Slytherin, buscando aquella tan adorada aceptación de sus padres, algo que todo hijo sangre pura buscaba encontrar.

Después de que su hermano mayor escapara de casa, el había tomado una decisión que cambio su vida desde entonces. Una horrible y perjudicante decisión, de la cual ya no había vuelta atrás. Con solo 16 años, había tomado la marca tenebrosa, casi logrando ser la mano derecha del mago más tenebroso, aquel que buscaba aniquilar a los muggles a toda costa. Su prima Bellatrix, parecía estar maravillada de su presencia en casa reunión, por lo que jamás perdía la oportunidad de ofrecerlo ante misiones peligrosas que pusieran en riesgo su vida.

Sus padres, bueno, ellos solo estaban contentos y orgullosos si lograba salir vivo, y con cada parte de su cuerpo unida a el, de otro modo, el sería considerado alguien débil y cobarde para su casa, y cada familia que existiera en el mundo mágico.

Su vida se vio envuelto en un remolino de emociones. Su rostro de había demacrado, hasta el punto de hacer notar sus pómulos y su quijada aún más. Sus facciones eran finas y delicadas, pero sin embargo, todos habían notado la decadencia de Regulus desde que había vuelto a Hogwarts, pero nadie se atrevía a preguntar, nadie que no fuera su cercano grupo de amigos, si se les puede llamar así.

El día comenzó siendo un día como cualquier otro. Levantarse y mirar a un punto en el techo pensando cada minuto porque no había muerto asfixiado por su propia almohada, para después de unos minutos escuchar a Barty quejarse y patalear sobre su cama cuando Avery lanzó agua sobre su rostro como cada mañana al despertar. Finalmente se levantó, tomo una ducha y cuando estuvo listo, salió junto a Barty de la sala común de Slytherin, siguiendo el mismo camino de rutina de todos los días, o al menos así era hasta que su camisa favorita fue totalmente arruinada por un pastel de zarzamora, que con rapidez, lo hizo enfurecer.

—¡Lo siento! ¡Lo siento!—sintió las manos de aquella persona irresponsable, que había arruinado su camisa favorita. Levantando la mirada, inmediatamente supo que se trataba de aquella chica inocente y débil que todos conocían de la casa de Hufflepuff.

Una mueca de desagradó se instaló en el rostro de Regulus al sentir tan cerca aquella chica, y aún más, con el olor de su perfume, era demasiado dulce y embriagador para el, tanto que provocaba ganas de vomitar en el.

—Lo lamentó tanto, enserio...—el rostro de la chica de ojos avellana se torno rosado, por la vergüenza que estaba pasando en ese instante. Sobretodo al estar tan solo a unos metros de la entrada al Gran Comedor, y sentir la mirada de los alumnos que iban entrando o iban saliendo, murmurando y riéndose de ella.

—¿Por qué diablos...-

—¡Abby! Cariño mío. —Barty paso directamente de el, para acercarse a la de Hufflepuff, lo que hizo fruncir el ceño al de ojos grises, recibiendo directamente la túnica de Slytherin en su rostro, perteneciente del castaño. —¿Cómo está mi rayito de sol?—preguntó con una sonrisa.

Las mejillas de Abby adoptaron un tono rosado, sonriendo, mostrando su dentadura blanca brillante, acepto la mano que Barty le ofreció para ambos entrar al Gran Comedor, dejando a un muy indignado Regulus atrás siguiéndolos.

—¡De maravilla! No pude contártelo en vacaciones, pero en todas mis asignaturas, agregando las extras, obtuve un extraordinario. —respondió ella con una sonrisa de oreja a oreja, deteniéndose junto a Barty. —Lex estuvo preguntando por ti todo el verano, mamá también, se preocuparon cuando no fuiste a casa. Y bueno, sabes que a papá le da igual si vas.

—Aunque muy en el fondo me ama Abby, yo lo sé. Me quiere como un hijo más. —dijo el castaño, poniéndose a la par con Regulus. —Dile a mamá Elena y Lex que no se salvarán de mi en navidad. Pero hay dos preguntas más importantes, primero; ¿A dónde llevabas ese pastel de zarzamora? Y segundo; ¿Donde se encuentra mi belleza irreal?

—Bueno, el pastel me lo regalaron por ayudar a unos pequeños de primer año a aprobar pociones. —respondió con una sonrisa encantadora. —Y tú belleza irreal como la llamas, está en la mesa de Hufflepuff esperándome. Pero dice que no te quiere ver, que aún es muy temprano. Me lo dijo está mañana.

—Ella me ama, solo que aún se resiste. No le digas que te dije cariño mío, pero ella va a ser mi esposa, solo que aún no lo sabe.

—Claro Barty. —dijo con una sonrisa, besando su mejilla, y dando media vuelta para ir a la mesa de Hufflepuff donde una rubia la esperaba con una sonrisa.

—Regulus...—Barty se giro para hablar con el ojigris, pero al ver a su lado se extraño por completo al verlo caminar lejos de el hasta la punta de la mesa de Slytherin. —¡Regulus!—corrió hasta colocarse a su lado y abrazarlo por los hombros. —¿Por qué te fuiste?

—Y todavía lo preguntas. —rodó los ojos, quitando el brazo de Barty de sus hombros y tomando asiento, del lado contrario del castaño, quedando frente a el. —Es increíble el como me ignoras para hablar con la...-

—Regulus...—el ojigris suspiró.

—Con Abby. ¿Contento?—sonrió sarcástico.

—Escucha, es una muggle, así que no te incluí, eres demasiado clasista y...juzgas demasiado. Y se lo brusco y golpeado que puedes llegar a decir cuando estás enojado o algo no ocurre como a ti te gusta. Así que preferí a qué la ignoraras.

—Que me ignorara ella más bien. —corrigió.

—Es lo mismo. Solo...no necesitas saber nada de ella, ¿De acuerdo? Solo mantente alejado. Se como eres Regulus, por eso te lo digo. —la mirada que Barty le dirigía era totalmente extraña, sin embargo, el ojigris solo se encogió de hombros.

—No voy a a acercarme a la sangre sucia que tienes por amiga Barty. Así que puedes estar tranquilo.

—Jamás se está tranquilo si de ti se trata Regulus. —Black solo atino a rodar los ojos fastidiado.

Las palabras de Regulus podrían sonar serías en ese momento, tanto que ni siquiera Barty se dio cuenta de aquella gran mentira.

¿Por qué ignorar a la sangre sucia de Hufflepuff? Ella podía evitar que la mirada de Dumbledore y cada profesor ahí estuviera sobre el, era como un perfecto disfraz.

Un lobo ocultándose detrás de una oveja buscando llegar lo más pronto posible a su punto más débil y acabar con su vida... siempre.

Al final de la historia, un corazón roto habría, pero la pregunta era; ¿Regulus será el perdedor aquí?

𝐋𝐈𝐄𝐒; Regulus Black ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora