In Love With You ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XXI

Los días fueron pasando para ambos, después de que Jeongin haya decidido seguir el compromiso con Hyunjin, no mentiría que el alfa era el más feliz de todos y hoy iba a tener una cita con su omega, donde le pediría que fuera su novio.

Y también decirle su más grande secreto.

Pero, el problema era que Hyunjin no sabía qué decir, cómo hacerlo sin estropear nada, nunca había tenido un novio, recuerda que le gustaba mucho un omega que lo rechazó en secundaria al ser un alfa puro.

Jeongin sí había tenido un novio, un alfa con quien anduvo en la preparatoria, pero terminaron en buenos términos cuando iban a entrar a la universidad y éste se iría a estudiar a Estados Unidos.

Ya que Irene se había quedado en casa de los Yang para no levantar sospecha alguna, a Hyunjin le era más fácil, ya que podía visitar a su madre y con ello a Jeongin, con el anexo de que todavía tenía que ganarse completamente la confianza de Woobin.

Hyunjin estaba estacionado frente a la casa de Jeongin; vestía unos jeans negros ajustados, una camisa blanca con rayas negras arremangada hasta sus codos, sus cabellos largos en una coleta, zapatos de tacón cafés y los anillos que adornaban sus manos.

Jeongin salió de su casa, y al ver a su alfa suspiró enamorado; el omega vestía unos jeans azules sueltos junto a un suéter rojo que le quedaba algo grande y sus tenis blancos.

—Hola alfa —saludó Jeongin, y se acercó a Hyunjin, llevando una de sus manos a la mejilla del alfa, éste se inclinó hacia él para besar sus labios, al omega le encantaba que su alfa no lo obligara a ponerse de puntitas.

—Hola omega —murmuró Hyunjin, volviendo a besar sus labios con una sonrisa de por medio.

Hyunjin había manejado a unos pequeños prados fuera de la ciudad, donde la mayoría de los alfas de su clase iban a hacer fogatas y tener algo de privacidad.

Todo estaba guiado siempre por columnas de farolas, un camino de piedras hasta llegar al pequeño lago había algunas parejas sentadas en el pasto, parecía un romántico picnic nocturno.

Hyunjin estacionó el auto y bajó para abrirle a Jeongin, el omega veía que todo estaba repleto de alfas puros, su corazón tembló.

—¿Qué es este lugar? — cuestionó Jeongin, tomando la mano de Hyunjin, quien lo guio hasta el capó del carro y lo subió ahí para sentarlo y que el omeguita quedara casi a la altura de su alfa.

—Digamos que es una zona para alfas puros, donde vienen con sus parejas — respondió Hyunjin — La mayoría de nosotros tenemos que apartarnos de los demás porque nos tienen miedo, cuando no es así, pero no te traje hasta aquí para que me escuches lamentar.

—¿Entonces? — preguntó Jeongin, abriendo sus piernas para que Hyunjin se acomodara en medio de ellas, el omega cruzó sus manos detrás del cuello del alfa, puso su espalda recta y sonrió.

—Para dos cosas — dijo Hyunjin, colocando sus manos en la cintura de su omega y sonriéndole también, besó suavemente sus labios y se separó de él.

Jeongin soltó el agarre de su cuello y reposó sus manos en el capó.

—Innie... esto es algo que quise darte en nuestra segunda noche en Suiza, sólo que por azares del destino tuvimos que regresarnos — comenzó el alfa— Es un anillo lo que quiero darte — Hyunjin sacó un anillo del bolsillo de su camisa — Porque quiero que me permitas ser tu novio y tu esposo, dioses Jeongin, me siento completo cuando estoy contigo que cualquier momento es especial, perdóname si no te di una cena romántica o un espectáculo de lujo, solo quería ser yo, junto a ti y ser honesto.

—Hyunjin, quiero todo contigo, quiero ser tu novio, futuro esposo y omega para siempre — respondió Jeongin — Y te quiero muchísimo, demasiado para mi propia realidad, no me importa dónde estemos, tú siempre me harás sentir especial donde vayamos — el omega extendió su mano, para que el alfa le pusiera el anillo.

—Y... también quiero mostrarte algo — dijo Hyunjin — Esto es lo más importante que tengo, por favor... no entres en pánico o te asustes.

—¿De qué hablas? — frunció el ceño Jeongin.

—Sólo, no entres en pánico, ¿sí? — murmuró Hyunjin, empezó a desbotonarse la camisa, para luego quitársela y quedar con su dorso desnudo, Jeongin tuvo que cerrar su boca para evitar babear.

Hyunjin se desató los zapatos, los dejó junto a Jeongin quien sostenía la camisa de su alfa.

—Bueno, no grites — pidió Hyunjin y se puso de cuclillas, cerró sus ojos y dejó que su cuello se echara hacia atrás, un gruñido salió desde lo profundo de su garganta, los colmillos de su boca empezaron a sobresalir, su espalda se arqueo, la palmas de sus manos se retuvieron en el césped y de una sacudida, un imponente lobo de pelaje oscuro y ojos verdes estaba frente a Jeongin, quien no parpadeo ni un instante.

—No me jodas — exclamó Jeongin, dejando la ropa hacia un lado y bajándose del capó, sus pies tocaron el césped, el imponente lobo estaba sentado, con su lengua de fuera en señal de relajación — Dioses Hyunjin — susurró Jeongin, cuando extendió su mano hacia el pelaje, que para su propia impresión era suave.

Su amado era un cambia formas.