In Love With You ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XIV

—¿¡QUE TU PADRE HIZO QUÉ!? —se exaltó Irene, después de que Hyunjin le platicara todo lo que pasó meses atrás sobre su compromiso con Jeongin.

Hyunjin le había contado todo a su madre, mientras bebían un café ellos dos solos. Jeongin quiso subir a su habitación para darse un baño y descansar un poco, ya que Irene le había dicho que en la noche saldrían a recorrer el pueblo junto a Hyunjin.

—Dioses, no puedo creer que haya hecho esto de nuevo —gruñó la omega — Primero Eunwoo, después Minho y ahora tú —soltó un suspiro.

El alfa solo hizo una mueca, recordaba el hecho de que su hermano mayor, Eunwoo también estaba en un matrimonio arreglado con la hija de un exportador de petróleo en Dubái, Minho su segundo hermano, en otro matrimonio arreglado con el hijo del dueño de uno de los casinos más lujosos de Las Vegas. Por lo menos Eunwoo y ella habían podido enamorarse al paso del tiempo y tener a un cachorrito, su sobrino de cuatro años. Minho y su omega solamente disfrutan de la compañía del otro, ya que muy pronto tendrían a su primer cachorrito.

—Si madre, pero, aunque hubieras intervenido, tú y yo sabemos cómo iban a terminar las cosas —dijo Hyunjin casi gruñendo.

—Pero cuéntame, ¿Cómo te sientes el estar al lado de Jeongin? ¿Él qué piensa? —cuestionó Irene.

—Pues, puedo decirte que ese omega me gusta, no solo su compañía, si no él... él me gusta y madre, es la persona más preciosa del mundo, pensé que sería de esos omegas los cuales te irritan con tan solo hablar o estar junto a ti, pero Jeongin es todo lo contrario. Su voz me da tanta paz que puedo escucharla largas horas sin aburrirme y su compañía me tranquiliza. Lo delicado que es, gentil y también sincero, hemos pasado el mayor tiempo que podemos juntos y honestamente sé que puedo llegar a enamorarme completamente de él.

—¿Tú le gustas? —cuestionó Irene y Hyunjin bajó su mirada.

—No lo sé, tampoco sé cómo decirle que me gusta, no quiero salir desilusionado.

—Bueno... hablaremos después, ¿vale? Mientras tanto sube a darte un baño y arréglate para salir en la noche —apuró Irene.

—Se lo diré esta noche —prometió Hyunjin para él mismo después de que su madre se pusiera de pie y se fuera.

La noche había llegado, las calles siempre estaban iluminadas por velas, que alrededor tenían papel decorado con figuras diferentes brindando una iluminación natural, las calles apiedradas, las casas con sus ventanas abiertas, la gente que se ponía en el borde de las calles a tocar música tradicional y en otros tanto vendiendo panes y artesanías.

Jeongin vestía unos jeans negros ajustados junto a un suéter azul claro y encima una gabardina negra larga. Hyunjin vestía un suéter blanco, junto a unos pantalones cafés y una gabardina beige que llegaba hasta sus rodillas, sus cabellos estaban sueltos.

Caminaban juntos, Jeongin maravillado con el paisaje y Hyunjin por el omega, al cual le brillaban sus ojos por el asombroso lugar.

—Hyunjin, cariño, creo que olvidé mi teléfono en la barra de la cafetería ¿Podrías ir a buscarlo? Me acordé de que recibiré una llamada importante —preguntó Irene.

—Y-yo —Hyunjin volteo a ver a Jeongin.

—Tú ve, yo me quedo junto a Irene — dijo Jeongin sonriendo, Hyunjin asintió y dando media vuelta caminó de regreso dejando a Jeongin y Irene juntos.

Jeongin esperó a que Irene se acercara a él, sujetados del brazo caminaron juntos, el omega en silencio, nervioso, hasta que la omega mayor habló.

—¿Cómo te sientes, hijo? ¿Cómodo?— preguntó Irene.

—Sí, todo es muy lindo, ya veo por qué Hyunjin deseaba vivir aquí —respondió Jeongin—. Todo es tan bonito, en verdad, nada de tráfico o ruido, sólo paisajes hermosos los cuales vería horas y no me cansaría.

—¿Y cómo van con los preparativos de la boda? ¿Cómo te sientes, corazón? — cuestionó Irene, si alguien sabia algo acerca de ese sentimiento, era ella.

—Pues... no puedo mentirle, algo nervioso y triste a la vez —contestó y Irene le prestó atención—. Todo está pasando tan rápido, jamás hubiera imaginado que me casaría tan joven, o con alguien que apenas estoy conociendo.

—¿Te sientes cómodo junto a Hyunjin? — preguntó ella.

—Sí, creo que... fui afortunado de tener a un alfa tan lindo a mi lado, es la persona más humana que conozco, nos acoplamos tan bien que parece irreal — respondió Jeongin.

—¿Te gusta mi hijo, cierto? —cuestionó ella, notando el nerviosismo de Jeongin, como sus mejillas se empezaron a sonrojar y sus ojos los llevo a otro lado. — Cariño, no me lo digas, tus gestos son mi respuesta.

—Hyunjin me gusta, mucho para ser verdad... pero no sé si este sentimiento sea mutuo, no quiero decir nada para no arruinarlo —contestó.

—Se honesto con él, ¿y te doy un consejo? Siempre busca tu felicidad ante que la de los demás, no dejes que nadie tome decisiones por ti, quizás no pudiste hacer nada respecto al matrimonio que se arregló, pero eso no evitará que tomes tus propias decisiones después— dijo ella, acariciando la mejilla de Jeongin.

—Le diré a Hyunjin esto que siento, estoy seguro.

Le resulta difícil decir lo que siente, pero encontraría una manera de decirle la verdad.