Pequeño Omega → VKOOK (omegaverse)

Hospital

Jungkook jugaba con sus dedos impaciente viendo a pasar a enfermeras y doctores de un lado a otro. Los olores se mezclaban, pero particularmente, aquel olor a leche le hacía un poco de ruido. 

Se encontraban en el área de maternidad del hospital. A penas habían salido de la universidad Taehyung llevó a Jungkook directo al hospital haciéndose cargo de los gastos que tendría aquel chequeo completo. Allí se encontraba él, esperando que su alfa hablase con la secretaria del lugar para arreglar los pagos.

En la esperaba vio a muchos omegas y betas pasar con unas panzas enormes. Seguramente iban a sus últimos chequeos antes de dar a luz, porque parecían casi que iban a parir. Muchas estaban solas y en sus ojos se reflejaba una pura tristeza. Probablemente no contaban con el apoyo del padre de sus cachorros y aquello les enfermaba de sobremanera.

Jungkook llevó ambas manos a su vientre.

—Kook —escuchó una voz—. Todo pagado. Solo debemos esperar a que el doctor nos llame —su alfa se sentó a su lado, llevando su palma hacia la pierna del omega acariciándola y haciéndole saber que estaba a su lado. Le encontraba nervioso.

—Gracias —sus mejillas se tiñeron de rojo y se acurrucó olfateando a su alfa. Aquel olor a menta y chocolate le tranquilizó de inmediato. 

—¿Qué piensas? 

—Pienso en aquellas personas —dijo bajito señalando con la vista a las futuras y futuros padres que estaban esperando ser llamados—. Varios no tienen al padre de sus cachorros. Se ven muy tristes y enfermos —dijo con un pequeño malestar en su pecho.

—Es una pena, en serio —Taehyung asintió mirando hacia donde su omega le indicaba. Pudo ver rostros ojerosos de omegas, lágrimas secas en rostros de betas y alfas que tenían sus manos en sus prominentes vientres como si le fuesen a quitar al cachorro que llevaban dentro —. No es una situación agradable. Pero tú, Kook, no tendrás que preocuparte por nada. Estoy aquí y lo estaré, sin importar qué —le recordó. El omega le miró por lo bajo y asintió bajito con la cabeza. 

Quiso decir algo, pero se levantó con la mano en su boca.

—¿Kook qué-

—Vomitaré —alcanzó a decir antes de correr hacia el baño más cercano del hospital y vomitar lo poco y nada que había ingerido en el día.

Taehyung corrió como pudo tras él para ayudarle, asustado sin saber cómo actuar. A penas entraron al cubículo, le ayudó a poder vomitar afirmándole y evitando que este cayese por debilidad. 

El alfa tiró de la cadena una vez Jungkook le dijo que ya había botado todo y caminaron hacia el grifo en donde se enjuagó la boca con los ojos llorosos.

Taehyung se inclinó a la altura del vientre del omega y este le miró impactado.

—¿Qué haces?

—Cachorrito, tienes a tu papi Kook vomitando como loco. Por favor, deja que pueda comer bien estos meses para que crezcas grande y fuerte como tu papi Taehyung, ¿sí? Hazme ese favor.

Terminó de decir y miró con sus felinos ojos hacia arriba, en donde Jungkook llevó su mano a su boca para amortiguar los sollozos que salieron desde lo más dentro de sí. 

El alfa no evitó ponerse de pie y acunarlo en sus brazos, porque algo en él, su instinto, su lobo, decía que allí estaba su familia y su pequeño hijo en camino.